MASLEIDOS

viernes, 27 de junio de 2014

¿Terror ciudadano, fabricado?




Lo último que le faltaba a este gobierno para parecerse a la dictadura militar, era el terror ciudadano hacia la policía.  Tres incidentes “confusos”, de las fuerzas armadas policiales contra desarmados civiles.  ¿Chambonada, coincidencia, o premeditación?  No creo en las coincidencias, sino en el orden detrás que las genera al margen del entendimiento común.  A tan poco tiempo de las elecciones, me cuesta creer que sigan cometiéndose “errores” de este tipo.  Está claro que los asesores ocasionalmente se pasan de brutos, dados los intereses personales, mediocridad, corrupción, culto a la personalidad presidencial etc.  Pero otra cosa es llegar a tal precariedad gris!! Lo que le faltaba a este gobierno para terminar de arrinconar al pueblo, un pueblo al que le ha subido el costo de vida por todos lados, desangrándonos a chorritos.  Un pueblo al que han puesto a madrugar, para que pierda más tiempo de  vida en tranques exorbitantes.    Un pueblo al que han afectado con pésimas medidas, que castran y coagulan el transporte público.  Un pueblo al que le han empeorado el problema del agua y la basura, mientras reparten millones al más incapaz.  Un pueblo que vive casi a la intemperie de la maleantería, con persecuciones de narcos, balaceras, robos, secuestros e impunidad delincuencial a todos los niveles. Un pueblo socialmente desgastado, mientras sus políticos y autoridades se rasgan las vestiduras en peleas de patio limoso y culto a la personalidad.   

Sin embargo, la relación de la policía con el ejecutivo es muy diferente a la de la policía con el pueblo.  Este gobierno ha sido uno, sino el que mejor ha tratado (en la nueva democracia) a la policía nacional, con reiterados aumentos. Hace poco le subieron 1,750 dólares a los viáticos  de sus directivos.  Y tan bien se han llevado, que en Marzo del 2012 el ejecutivo rechazó la resolución de gabinete (propuesta por el ministro de seguridad) del anteproyecto que buscaba crear un tribunal independiente que juzgara a los miembros de los diferentes estamentos de seguridad.  Entonces se mencionaba un supuesto  favoritismo presidencial hacia el jefe de la policía, en franca desautorización al ministro de seguridad (que renunció, para luego reincorporarse) 

Hasta el momento han sido tres, los incidentes “confusos” en los que se han baleado a civiles desarmados.  A saber, el de los dos menores hindúes muertos, el de Genaro López  y familia, recientemente el de las mujeres cuyo auto balearon 27 veces.  Peor aún,  si miramos más atrás, descubrimos otros “confusos incidentes”.  En Agosto se encontró un “artefacto explosivo” en el vagón de un automóvil del Ministerio de Educación, estacionado en las oficinas regionales de Chorrera.  Mientras se daba protestas del gremio de educación, contra el gobierno en diferentes partes.  De forma similar, en octubre, durante las protestas médicas pasadas, desalojaron el Seguro Social por “amenaza de bomba”.  ¿Pueden los médicos o maestros panameños explotar una bomba?...Si se piensa con sentido común, NO.  Y tampoco le conviene a la oposición panameña, desvirtuar con explosiones, dos movimientos profesionales.  Cosa así, sólo cabría en la cabeza de un loco.

Aquí está pasando algo, y no es paranoia mía.  Sólo falta tener buena memoria, análisis básico e integración.   Por alguna razón se está propiciando un clima de “terror” ciudadano.  Por alguna razón se ha tratado tan bien a los estamentos policiales.  Yo no puedo decir qué es (porque no sé) pero sí cómo curarnos en salud.  Tomando una actitud social menos pasiva, menos reactiva, y más despierta.  Protegiéndonos los unos a los otros, como los corruptos se tapan entre ellos.  

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