MASLEIDOS

viernes, 14 de septiembre de 2012

La apatía también lleva a la violencia



Después de ver las más recientes protestas “populares”, repletas de manifestantes “prepago”, me surge la pregunta: ¿Quién está detrás de esto?.  Digo, se presume, a mí no me consta,  que todas las fuerzas políticas han movilizado masas prepago para agitar las protestas.  ¿Y yo en el fondo me pregunto, qué impide a estos agitadores  llevar armas y formar una especie de guerrilla urbana?.  La gente que vi en la asamblea, la gente que vi oponiéndose a los antimotines no parecen dirigentes, ni representantes reales del pueblo.  Mil disculpas si ofendo a alguien, pero parecían maleantes enviados por maleantes, guerra de maleantes.  Y detrás de ellos, la policía para dar garrotes, tirar lacrimógenas, repartir perdigones.  Y detrás de todos ellos, los medios  filmando, grabando, reportando.  Y muy detrás de ellos, el verdadero pueblo, atestiguando los hechos desde una cómoda oficina, o desde su casa.  Y detrás de ellos, yo escribiendo este artículo.  Y muy detrás de todos nosotros, ustedes leyéndonos. Todo se origina en un grupo de ensacados discutiendo cosas (por no decir, tramando tramoyas) en aire acondicionado, repartiéndose la papa, cómodamente custodiados por un grupo de guardias muy armados.  Guardias tan guardias como los que reparten palizas a civiles groseros, y guardias tan guardias como los que andan cerca de los comercios cuidando quién sabe a quién, guardias tan guardias como los que huyen de los maleantes y guardias tan guardias como los que huyeron de los gringos.  Guardias tan guardias como los que amenazaron con “cerrar filas”.  Cuando se forme el desbarajuste, que dicho sea de paso, es lo que esperan los medios dada la aprobación de las reformas electorales, las tropas prepago se enfrentarán entre ellas, luego atacarán los antimotines, habrá algarabía, caos tal vez.  Y tal vez más luego, después de tanto humo, el presidente apruebe o desapruebe.  La misma cosa, nada cambia, lucha de poderes y el pueblo espectador de su propia desgracia.  Porque aunque nos creamos distantes, nuestra ausencia nos vincula al proceso de abuso, más que esos manifestantes prepago ganándose tres reales en la protesta.  


Pero, ¿Y qué si salen armas?.  ¿Qué impide a los “organizadores” del mamotreto, crear guerrillas urbanas.  En la mañana venía comentando, que si este fuera otro país explotaría algo en algún lado...  Y la persona que me oyó dijo: “Pero aquí la gente es cobarde”.  Yo pensé, bueno, gracias a Dios en Panamá la gente es cobarde, y vemos tan pacíficamente cómo estos maleantes se distribuyen la cosa pública disfrazando todo de manifestaciones populares.  Gracias a Dios aquí no pasan esas cosas, porque el panameño es buena gente... pero sí hay una realidad !!!!. La realidad a la que me refiero es que estamos golpeados,  golpeados de muchas formas (salud, dinero, seguridad, tranques, transporte).  Los valores están por el piso y la gente se degrada cada día más.  La gente se masifica, la gente a veces hace terribles cosas por dos reales.  En Panamá hay muchísima gente buena, pero también hay sicarios, tumbes de droga, droga, robos, asesinatos, locos, infieles, borrachos, ludópatas, pedófilos, degenerados.  En Panamá hay de todo, en Panamá siempre ha habido de todo. Golpes de estado, magnicidio, tropas de seguimiento, desaparecidos, linchados, torturados, guerras.  ¿Qué pasaría si aquí la gente empezara a matarse los unos a los otros, no del hambre sino por ganarse unos reales más?...Y si después esas gentes acabaran uniendo esfuerzos con los resentidos de la injusticia que pagamos todos. Dios no quiera.  Estas revueltas siempre han existido en nuestro país, el panameño es de naturaleza pacífica (igual que el resto humano) pero qué nos separa de aquella otra realidad tan violenta, de la mortandad de otros países tan "latinos" como el nuestro.  La impunidad que se ve, los niveles de corrupción, la indiferencia de nuestras autoridades, la desvinculación de nuestras autoridades, serios problemas económicos, la mediocridad popular, el estrés cotidiano, la violencia como parte de nuestra cultura, y los excesos de nuestras autoridades en contraste a las necesidades más apremiantes del pueblo (como el caso del agua, salud, educación, justicia, economía etc.).  Si lo vemos bien, tenemos todos los factores necesarios para que aquí explote una guerrilla urbana, o quién sabe qué otra cosa.  Tal vez lo que nos libra de eso es nuestra propia cobardía, caso tal, Dios bendiga a las computadoras y los televisores (computadoras, periódicos o radios) desde los cuales vemos tanta lucha prepago.



Pero si no es así,  por el otro lado nos queda el asunto de dejarlos hacer lo que les plazca.  No sé si he logrado exponer el punto al cual quiero llegar, pero lo resumo de la siguiente forma: La ausencia del pueblo, su bajísima representatividad en las tomas de decisión estatales, su poco importa y falta de compromiso, al final de cuentas generan todo esto.  Porque donde haya un vacío, siempre habrá un cuerpo que quiera llenarlo.  Debemos ocupar el espacio que nos corresponde como sociedad, de lo contrario ellos lo ocuparán ya fuera con hordas, maleantes, oportunistas y más aprovechados.  Si no actuamos con tiempo, y nos manifestamos como pueblo, el camino ineludible es la violencia.  Actuemos primero, antes de que algo peor ocurra.

jueves, 13 de septiembre de 2012

La Santa Democracia



Me ataca la risa cuando escucho a las personas hablar de “la democracia”, como si fuera el gran  ideal, el arquetipo social.  Nos quejamos de la nuestra, que es una democracia proclive a la corrupción, que es una democracia joven, que sus representantes no sirven etc. etc. etc.  Me permito recordar a este punto, que las democracias de primer mundo también han quebrado por pésimo manejo de sus representantes (incluyendo Grecia, su cuna).  ¿Por qué? Porque la democracia en sí, es un sistema de gobierno degradado, y en las formas de gobierno antiguas, era considerada jerárquicamente anterior a la anarquía.  Y dicho sea de paso, surgió en una época de decadencia.  Pero hoy la vemos como la gran papaya por qué, porque el mundo se ha degradado.  Pero todos los sistemas democráticos del mundo están destinados a fracasar, su proceso natural es terminar en anarquía o alguna forma de dictadura.  Aunque la democracia sea lo mejorcito para nuestros tiempos, de ninguna forma podría negarlo, tampoco se puede negar que es una de las peores formas de gobierno.  Nos da una falsa sensación de “justicia social”, que el pueblo elija a sus gobernantes, sin embargo, no es lo mejor.  Nuestras democracias actuales se basan en la totalidad ciudadana, es decir, todos los nacionales votan, por decirlo de esa forma.  En la antigüedad no votaba todo el mundo, el “Demos” era una parte significativa y MERITORIA de los habitantes.


Nuestro ideal de democracia es que “gane el que la masa quiere que gane”.  Eso suena justo, pero cuando analizamos a profundidad  quiénes constituyen la masa, nos damos cuenta de que en su mayoría son personas amontonadas, que piensan en manada, como si fuera un cardumen, y así mismo actúan.  El que tenga la habilidad, o el recurso, de dirigir a la masa, pues ganará las elecciones.  Indistintamente a sus intenciones sociales, o a  su preparación para el cargo.  Luego,  la masa se maneja como han venido manejándola todos los gobernantes del mundo, manteniéndola a raya, jamás solucionando gran parte de sus problemas, oprimiéndola (con la economía, el hambre o la violencia) engañándola y dándole muchos mecanismos de evasión.  El problema de este esquema es tener  dinero suficiente, o la estructura elaborada (de los partidos políticos) porque la masa pesa y tampoco es fácil de manipular, por su proporción, no así por su intelecto o capacidad de razonamiento.  La masa, más que nada actúa emotivamente, y siempre dentro del margen o marco que le pongan.  El humano en masa, es otro animal más.  Peor si está enfermo, ha sido mal educado, no tiene dinero y teme por su seguridad personal.  Por eso es que estos políticos y gobernantes, nos tratan como si fuéramos animales.  Jamás cambiarán el esquema, porque es el que les conviene, aunque a diario se limpien los pies con “La Democracia” como letra muerta.


En el primer mundo disimulan más el evento, pero al final de cuentas ocurre exactamente lo mismo que en el tercero, controles más, controles menos, cultura más, cultura menos, intelectuales más, intelectuales menos.  El problema se resolverá cuando el ser humano se vea, se sienta y se entienda como un ente social.  Lo cual debe ocurrir posterior a la toma de conciencia del individuo para consigo mismo, léase como individuo.  Primero somos uno, luego somos más.  No podemos aspirar a crear una sociedad sin primero crear individuos (para lo cual necesitamos hogares, con hijos y padres/madres en ellos).  Bajo este concepto, la sociedad se convierte inevitablemente en MASA.  Y de allí ocurre que todos los sistemas que se dicen de “justicia social” fallan, porque la sociedad se les convierte irremediablemente en MASA.  La única forma en que la sociedad no se masifique, es haciendo que el humano se reconozca y se FORME previamente como individuo.   Ya lo he dicho antes en reiterados artículos, yo creo en el individualismo, en el individualismo social.  Aquel individualismo que hace a la persona individuo y posteriormente lo presenta e introduce a la sociedad como un ente productivo y consciente (despierto).  No como un objeto manipulable, cuyo único fin es sumar por sumar,  apoyar por apoyar, o aprender por aprender, o estar por estar en el grupo,  en la sociedad, y final e irremediablemente en la MASA.


Me gusta mucho comparar las dictaduras de Pinochet, con el sistema rotativo dictatorial panameño.  Es muy probable que Pinochet haya sido humanamente peor que todos nuestros dictadorzuelos cobardes, sin embargo, Chile progresó más que Panamá.  Por alguna razón Chile vivió un tremendo momento oscuro, pero jamás dejó de moverse y llegó a algún lugar.  Los panameños…bueno, hemos crecido, o mejor dicho, han crecido económicamente los comerciantes, y los maleantes políticos, las construcciones,  pero como personas no creo (lo que sustenta verdaderamente el progreso de un país, las personas).   La gente se ha vuelto más violenta, los modales se nos fueron al traste, el sentido común desaparece, los vicios han aumentado, la educación disminuye más que aportar.  ¿Acaso pudiéramos decir que el pueblo panameño mejoró su calidad de vida?.  Y con ello no me refiero a que ahora el pobre tiene un televisor HD ó 3D, celular inteligente, computadora, Internet o Cable.  Me refiero a si el pueblo cuenta ahora con una mejor educación, salud, seguridad etc.  




En consecuencia, sí puede haber avance dentro de una dictadura, aunque no sea de la mejor forma.  Lo cual demuestra que la justicia social y la capacidad de progreso tampoco son exclusivas de los sistemas democráticos.  Yo no soy historiador, ni sociólogo, ni he estado en Chile, puedo estar equivocado en mi planteamiento, lo cierto es que Chile ahora es Chile, y Panamá… bueno, vamos a tener un metro. Pero volviendo al tema de la democracia, digamos pues que el sistema suena muy bonito pero, a mí en lo personal jamás me ha convencido.  La humanidad ha crecido tanto que ya los mecanismos antiguos de gobierno (incluyendo la santa democracia) diseñados para que unos pocos exploten y sometan a unos muchos pues, se nos han quedado obsoletos.  El planeta, la deforestación, la erosión, los cambios climáticos, las guerras, las pestes, los cataclismos nos dicen que tenemos que readaptarnos o nos extinguiremos en nuestra propia arrogancia o estupidez.  Se requieren formas de gobierno que formen humanos, humanos sociales, no más masa.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

HOMO, GNOSCETE IPSUM



“…conócete a ti mismo y conocerás al universo y a los dioses…”, es parte de la inscripción en la entrada del templo de Delfos en Grecia.  Una de las máximas iniciáticas preferidas por mi persona; la otra es “como es arriba es abajo”.  El oráculo de Delfos (Grecia)  era un lugar sagrado levantado en honor a Apolo, donde habitaban una (unas) mujer (mujeres) encargada de vincular a los griegos con sus dioses y su destino mediante la adivinación.  El hombre siempre ha tenido ese problema, creo que es algo que viene con el pensamiento: La adivinación.  Yo creo que la compulsión adivinatoria es una desproporción anómala del alcance del razonamiento, empuja al hombre (y a la mujer) a jugárselas de adivino.  Tal vez por la inquietud de la mente, tal vez por el temor a lo desconocido o la obsesión involuntaria hacia la muerte propia, el hombre jamás ha sido conforme para con Dios, su destino, ley de vida o como quiéranle llamar.  En todo caso ha preferido creer en la suerte, las artes adivinatorias etc. Pero si tomáramos tiempo en conocernos a nosotros mismos, la irremediable consecuencia sería vivir conforme a la vida misma y en armonía con la creación.   Yo no creo en la adivinación, yo creo en el autoconocimiento.   La adivinación y los juegos de azar están tan ligados como la tristeza y el dolor.  Muchos panameños son jugadores casi “de naturaleza”.  Gracias a Dios, no somos todos.  Desde luego que no es un problema exclusivo del panameño, es un problema humano.  Pero a mí me interesa Panamá, nuestra cultura, nuestra forma de vida en estos momentos tan fuertemente golpeada.  Hay un no sé qué de control y dominio, al poder manejar el futuro a complacencia.   Obtener algo “gratis”, no merecido, sin el esfuerzo debido nos da la falsa sensación de que “algo” o “alguien” superior están de nuestro lado.  Diría yo, sin ánimo de jugar al sicólogo, que gran parte de la satisfacción del azar es mero ego humano, “estar por encima de las posibilidades naturales promedio”.  Por eso es que tantas personas caen reiteradas veces en estafas de todo tipo, todas basadas en dinero fácil u oportunidades inmerecidas.  Por querer obtener una ganancia inmerecida, terminamos perdiendo parte (cuando no todo) de lo que nos ha costado tener.   La seducción adivinatoria puede llegar a ser tan fuerte en algunas personas, como la propia seducción sexual.  El asunto de querer controlar nuestro destino nace de la propia inconsciencia personal, mientras más inconsciente es el individuo de sí mismo, más necesita controlar lo que le rodea, y más lo enredará el destino.


Yo no creo en las encuestas, pero, como escuché por allí: “El panameño juega a ganador”.  Me costó un poco entender toda la sicología social detrás de esto.  Y en este gobierno, la fiereza caníbal con la que abordan el tema, aunque se esmeren en aparentar lo contrario.  Es decir, por un lado puede que exista una necesidad visceral, aunque encubierta,  por parte del gobierno en que las encuestas le “impriman un oráculo a favor”.  Ya decía antes, por la necesidad de control (que también siente la oposición). Dicho sea de paso, el pueblo panameño ha cedido su destino social y político a dos fuerzas completamente inconscientes de sí mismas (gobierno y oposición) eso sí que es triste.  Pero también está el hecho de que “el panameño juega a ganador”, ese aspecto oscuro de nuestra naturaleza, de “adaptarnos” a la suerte adivinatoria.   Ya fuera con un baño “Dominador”, “Yo puedo más que tú”, “Siete poderes” o el voto cada cinco años.  Esto queda demostrado de la siguiente forma. Yo le digo a la gente “la próxima vez fíjense bien por quién votan", y muchos me han respondido:  “¿Acaso iba a votar por Balbina?”…  Luego, ¿Qué con la tercera opción?...  Teníamos una opción que quizás pudo haber representado  todas las cosas malas del pasado militar, otro que supimos bueno (digamos, de los mejores de la nueva democracia).  Pero preferimos votar por uno al que le decían “loco”, que no conocíamos, pero constituía la opción por la que “todos iban a votar”.  El panameño jugó a ganador, sin pensar en la incertidumbre para con los cinco años restantes.  No se podía desperdiciar el voto, había que “votar a ganador”.  Sin embargo, desperdiciamos la mejor opción.  Que después muriera…eso es otro asunto.  Lo cierto es que la mejor carta, con credenciales de éxito comprobado, la tiramos a la basura por un desconocido que al final encabezó todas las intenciones de voto.  El panameño juega a ganador.  En consecuencia, todo este coqueteo de las encuestas,  que más bien parecen narrar una carrera hípica (dicho sea de paso, hablando de juegos de azar) está tan entrañablemente adentro de todos los panameños, que, por qué no decirlo, también constituye una tremenda fuente de lucro.  Sin ánimo de ofender, casi igual a la gran cantidad de brujos, botánicos, médicos alternativos, videntes, metafísicos o esotéricos (en el concepto comercializado)  que atiborran los medios amarillistas locales, vendiendo barato el concepto ocultista.


Supongo que en las próximas elecciones tendré que ver al recinto de votación como a una especie de templo moderno.  Y como dicen que Dios está en todas partes, supongo que habré de invocarlo para que guíe  mi intención de voto.  No sin antes someterme a una profunda contrición que tal vez me tome meses o años, no sé.  Tal vez vote en blanco.  Total, el voto en blanco es una intención que vengo evolucionando desde las pasadas elecciones. ¿Por qué?, digo, si no me gustan las opciones, por qué  encasillarme en una sola, o grupo de ellas (plancha o no plancha).  Eso es muy similar a aquella persona que va a un almacén y compra “algo” para no salir con “las manos vacías”.  O el que va a una fiesta y tiene que bailar, porque está en una fiesta.  Esa actitud, definitivamente también es “jugar a ganador”, hacer lo que todos hacen. De cualquier forma, mía o nuestra, que Dios nos libre de seguir participando de tanta miseria panameña (de sus futuros opresores y del pueblo siempre oprimido) durante la tragedia electoral  que pasamos cada cinco años.

Buen Juego



Definitivamente que la selección de futbol me redujo las complicaciones para encontrar una buena noticia en la semana.  Como ya he dicho antes, no soy deportista ni nada por el estilo.  De hecho, he comentado en reiteradas ocasiones que la inflada que le han pegado al futbol en Panamá, ha sido algo mediático y poco substancial.  Sin embargo hay un punto, muchos de esos jugadores participan de ligas extranjeras y son un orgullo viviente para nuestro país.  Como siempre he dicho, Panamá es bueno dando resultados individuales (por eso destacábamos más en un equipo con mayor suerte individual, como el beisbol) .  Estamos aprendiendo a trabajar en equipo, y si bien eso se refleja en nuestro deporte, ganando como equipo, llegará a mediano o corto plazo un día en que triunfemos como sociedad sobre tanto vividor parásito que se nos pegan de la política.  También para mí es un orgullo que los dirija otro panameño, y estemos alcanzando ciertos niveles.  Si bien mi lógica determinista es tanto negativa para con la forma en que se han llevado las cosas en el deporte (más específicamente en el futbol) la vida nos devuelve frutos.  Y eso significa que tal vez no he contemplado otros tantos factores en mi análisis, o hay algo más allá apoyándonos como selección o como país.  Llámenlo suerte, destino, buenas decisiones… yo sólo prefiero llamarlo Dios.  Sin embargo, hay que seguir trabajando en ello.

Personalidades presidenciales vs realidades populares

Otra propaganda más del presidente.  Yo cuestiono, por qué hacen propagandas del presidente con nuestro dinero.  El dinero del estado debe ser usado, caso tal, para promocionar al gobierno no a la figura del presidente.  Es el colmo que ahora quiera ponerse nuevamente los zapatos del pueblo, con otra ridícula propaganda de sí mismo.  Es decir, a mí no me interesa que ahora él haga una especie de patético  “mea culpa” por ser  espontáneo, impulsivo, tal vez por no decir explosivo verbalmente.  Recuerdo bien cuando se agarró con Hugo Famanía… pero eso no lo menciona la propaganda.  Que le han tocado tiempos difíciles, pues…¿Para qué quiso ser presidente, si ya sabía lo que le esperaba?.  Que ha tenido que tomar decisiones, bueno, eso es parte de su rol y no hay que agradecerle un ápice, sobre todo cuando sus decisiones han sido tan ampliamente cuestionadas, la gran mayoría impactando de frente a la clase media.  Nadie le cuestiona que si cae “mal o no” por ser como es.  Eso sí que es ridículo.  Al presidente no se le cuestiona su forma de ser sino todo lo que ha hecho como presidente, no así como Ricardo Martinelli.  Por lo menos, en lo personal, lo que haga o deje de hacer Ricardo Martinelli  no es algo que me afecte, ni me preocupe mucho menos.  Pero sí me preocupa lo que haga como presidente.  Sin embargo, la vez que discrepó con Famanía (durante aquella conferencia de prensa que todos recordamos) no lo hizo contra el periodista, sino para con la persona del periodista.   Y esa es precisamente una de las cosas que empañan a este gobierno, el ataque personal (no así profesional) que dicen haber sufrido ciertas personas que adversan su gestión.  Esto no se trata de caer mal o caer bien,  este intento del señor presidente por volver a calzarse los zapatos del pueblo es patético.  Pero tiene lógica, es una estrategia más populista, un zarpazo, un barrejobo más dirigido a afectar la emotividad popular.  También el tono que utiliza, que más de explicación parece súplica.

¿Debemos disculpar su carácter impulsivo?.  Digamos pues, que cualquier persona puede tener un carácter impulsivo, sin embargo uno se controla.  Uno se controla para ir al trabajo, se controla para vivir en sociedad, de lo contrario esto sería la ley del revólver y todos seríamos pistoleros.  Si el presidente de la república no puede controlar su carácter impulsivo pues…¿Qué podemos esperar para con las decisiones de estado?.  Por favor, el carácter no es excusa, mucho menos viniendo de un presidente.  La responsabilidad debe ser proporcional a la magistratura del cargo, es decir, mientras más alto estás, más duro caes.  En consecuencia, que Perico de los palotes sea impulsivo, no es igual a que el presidente lo sea.  La repercusión, juicio y castigo, por ende no son iguales.  Si Perico de los Palotes comete una “impulsiva equivocación”, a lo sumo se dañará él, amistades, conocidos, familia y/o compañeros de trabajo.  Pero si el presidente se equivoca, nos dañamos todos. Hay un concepto que todo aquel que ha dirigido un grupo de personas, en el trabajo, en la comunidad, la política o en el gobierno debe dominar.  Las funciones se delegan, la responsabilidad no.  Es decir, siendo yo el jefe del departamento puedo delegar funciones entre mis subordinados,  aún así sigo siendo responsable (como jefe del área) de lo que ellos hagan.  Así ocurre con el señor presidente, que tal vez no esté vinculado directamente a muchas cosas malas de su gobierno, aún así no por ello deja de ser responsable.  Y esto debe saberlo, dominarlo y manejarlo cualquier persona que aspire siquiera a ser presidente.  A Ricardo Martinelli no se le critica nada, pero a su gobierno sí, se le critican muchísimas cosas.  Como por ejemplo, los escándalos de corrupción que les sale a cada rato.  Los sobrecostos en las obras, el problema de las tierras y ANATI, la mala inversión del recurso estatal, el terrible aumento en el costo de vida, el problema del agua, el problema de la seguridad, el transporte a medias, la salud, la KPC, la falta de regulación con los apagones eléctricos y el cobro, la degradación educativa etc.

Curiosamente, de una forma muy oportuna esta nueva propaganda en la que vemos al presidente jugando fútbol con unos niños de barrio (de tipo muy similar a las que salían en los tiempos de la campaña pasada, cuando los dichosos zapatos del pueblo) con aquella narración que yo considero lastimera, sale casi al mismo tiempo de la publicación de una encuesta que lo coloca en una buena posición electoral…  Digo, yo jamás he creído en las encuestas, pero ese es tema de otro artículo.  Entiendo que la nueva propaganda del presidente no está enfocada a los libres pensadores de este país, sino a la masa emocional y manipulable.  De cualquier forma, la magnánima imagen de Martinelli jugando fútbol con los niños pobres,  no cuadra en mi cabeza con la miserable imagen de adultos peleándose agua del chorro huérfano de un hidrante en Parque Lefevre.   El presidente puede reconocer muy cómodamente que “tiene cierta forma de ser”, pero para nosotros resulta otra cosa mucho más difícil acoplarnos a “ser de una forma” porque ellos nos han degradado terriblemente nuestra forma de vida (agua, salud, seguridad, educación, economía etc.)

martes, 11 de septiembre de 2012

Báñate con las reformas electorales





La noticia de mayor preponderancia ayer en los medios fue:  “La reforma del código electoral”.  Hoy la ciudad capital, casi completa, amanece sin agua.  Digo, si no queremos ver lo que está ocurriendo en Panamá, y el camino que nos muestra la vida, como sociedad somos tremendo plomo!!!!.  



Estos sujetos que mal denominamos políticos, los cuales yo entiendo como bajos oportunistas, se disputan en nuestras narices quién nos arreará (sí, cual ganado)  durante los próximos cinco años, con anticipación clara de dos años.  Es decir, mientras el pueblo se debate en sus eternos problemas de supervivencia y demás existenciales, ellos se pelean el control del estado con dos años de anticipación.  Pues, esto es tan sencillo como que deciden nuestro futuro antes de que nosotros podamos percibirlo como tal (por eso es que no educan al pueblo, ni lo involucran en el proceso, porque sólo entre ellos se reparten la papa).  Si acaso alguna vez llegásemos a percibir nuestro futuro, porque en el fondo muchos de nosotros vive el sueño de la puta encantada  y Santa Claus (ver artículo Carta de una puta encantada a Santa Claus ).  Cuando por fin llegamos a abrir los ojos, nos quedamos sin opciones.  ¿Por qué?  Porque estos tipejos se las han disputado con dos o tres años de antelación, o, quizás, con una vida republicana completa de anticipación. ¿Luego qué nos dejan?, elegir entre lo peor y lo menos peor (o lo que se considere "menos peor") que al final resulta mucho peor a lo que creíamos peor.  En consecuencia, cada gobierno resulta peor que su antecesor.  Es como sentirnos "soberanos y libres" al poder elegir entre dos (o muchos) restaurantes de comida chatarra, sabiendo que la comida chatarra nos mata...


"Polos iguales se repelen", es una norma básica del magnetismo.  Es decir, si yo agarro un imán y trato de unirlo a otro por un polo de igual naturaleza (sur con sur, norte con norte, negativo con negativo o positivo con positivo) se genera por naturaleza una fuerza de repulsión, oposición, de distanciamiento. Igual ocurre en condiciones naturales con las uniones humanas, sexualmente el hombre repele al hombre y la mujer a la mujer (sin entrar en temas divergentes).  Político ladrón, oportunista, inmoral, maleante y juega-vivo, repele a político ladrón, oportunista, inmoral, maleante y juega-vivo.  Pero en esencia, ambos son lo mismo, léase, dos polos de igual naturaleza repeliéndose.  Si racionalmente lo vemos desde ese punto de vista, sabríamos conscientemente que político es político, oposición y gobierno son lo mismo.  Pero emotivamente nos pintan otro cuadro (de diferencia, de "cambio") y es por allí donde agarran a la masa.  Una masa que, tan golpeada por otros y tan auto flagelada por sí misma, se deja llevar por cinco años y finalmente aplica el voto castigo.  De allí nacen los falsos mesías, los prometidos del cielo, los redentores, las morisquetas de líderes que terminan gobernándonos.  



Ayer el tema más importante era “las reformas electorales”, hoy amanecemos sin agua. ¡Qué bien!!!.  Digo, cómo haría el señor Sergio Gálvez para ir a presidir nuestra variopinta asamblea, si no se ha bañado en dos días (tiempo estimado por las autoridades para el restablecimiento del flujo normal). ¿Cómo olería el honorable búfalo sexual sin haberse bañado en dos días? ¿Cómo olería el resto de nuestra asamblea legislativa?.  Tal vez como olería mucha gente de barriadas “extremas”, a los que no les llega el agua,  personas que buscan aguas en ríos o quebradas para bañarse e ir a trabajar (si no se ahogan en el intento, dada las adversas condiciones climáticas).  Tal vez olerían como cualquier persona de clase media, que paga responsablemente por un servicio que no da la talla, llámese agua, electricidad, seguridad, educación, salud.  Claro está que un diputado mandaría a conseguir agua de cualquier forma (ya fuere fabricándola)  para sí, para su familia y manzanillos.  Digo, la excusa más básica, elemental y obtusa que pueden darnos en este momento es que “el gobierno no tiene la culpa del daño”.  Pudiera ser que no, sin embargo, dos días para restablecer el flujo normal en todo la capital, acaso no es un tiempo excesivo ¿???.  ¿Por qué no revelan la real magnitud del daño? ¿Nos servirá el metro cuando algo así vuelva a ocurrir, o la estatua de la virgen o la cinta costera III, o el reordenamiento vial?. Este gobierno no tiene bien definidas las prioridades de estado, vivimos propensos a daños que se repararían quién sabe cuándo, dándonos soluciones de mamotreto tipo ferias públicas, agua de camión etc.  Sin embargo,  ellos viven bien, a sus anchas, y tienen la cabeza puesta en las reformas electorales.


Sólo hago referencia al simple hecho de que nuestras autoridades deberían estar más preocupadas en los problemas reales del pueblo, que en las reformas electorales.  Claro está, ellos necesitan que el pueblo se vea constantemente golpeado por este tipo de cosas, para socavar los mecanismos de resistencia y el alcance intelectual de la masa, hacerla más débil y propensa a la emotividad, no así al razonamiento.  Así que, más que soluciones nos darán paliativos de poca monta, dirigidos a perpetuar o alargar la miseria del pueblo.  De igual forma ocurrirá con la electricidad, las comunicaciones, la seguridad, la salud y definitivamente con la educación (fábrica de humanos incompletos, maleables y acumulables).  Claro está, todo esto seguirá ocurriendo mientras el pueblo lo permita.  Nos seguirán azotando para que no podamos levantar la cabeza, porque si  llegáramos a levantarla, muchos otros descubrirían que hay más y mejor camino al que les ofrecen sus migajas.