MASLEIDOS

viernes, 27 de junio de 2014

Obras grandes, gobierno pequeño


Yo no apoyo la ley, porque por defecto a este gobierno no le creo ni el padrenuestro.  Han expuesto motivos muy nobles para apoyarla, siempre utilizando las necesidades del pueblo como escudo, cuando en el fondo, ellos son los principales culpables de que el sistema de salud ande manga por hombro.  Este gobierno y los anteriores, en complicidad con los mismos médicos, han llevado el sistema de salud pública a las condiciones en que se encuentra.  Y es increíble la calidad de solución que nos ofrecen, como si se tratara de un negocio de compra y venta: Importar.  Todo lo resuelven importando, en este caso médicos.  La inteligencia no les da para otra cosa que no sea mercadear, importar o construir, como si el estado fuera un comercio cualquiera, sostenido a punta de publicidad engañosa, ofertas desfasadas y deuda sobre deuda.   
Digo yo que la visión de un buen gobierno, debe ser mucho más que “acumular fortuna” o malbaratarla.  Como si el país completo fuera una caja menuda, no tan menuda.  Como si Panamá fuera una tiendita de chinos, crecida.  Es absurda la falta de liderazgo, visión y misión.  Desde que este gobierno subió, ha hecho tres cosas fundamentales: Golpear a la clase media con todas sus ansias, aumentar la dependencia de la clase popular y fingir soluciones.  Todas las obras sociales, los cien a los setenta, la beca universal etc. están diseñadas para volver al pueblo más dependiente.  Levantar el barrio de Curundú, no le da el alcance benéfico para darse golpes de pecho, gritando que son lo mejor que ha pasado en cuarenta años… ¿Por qué? Porque sus medidas no han desarrollado al pueblo, apenas lo vuelven más dependiente.  Muy al contrario, han deteriorado nuestra calidad  y encarecido el nivel de vida.
Las mega inversiones sólo nos han generado una mega deuda, y a futuro una inflación sostenida que sólo podrá mantenerse con más deuda.  El costo social, las confrontaciones, el desmantelamiento de los gremios, la desintegración de la oposición, de los partidos políticos y demás estructuras sociales, no sólo han atentado contra la institucionalidad estatal, sino con la paz que teníamos antes.  Cuando no hay un conflicto, hay un invento nuevo, todo en contra del panameño.  Pequeñas molestias por todos lados, los tranques, la gasolina, la comida, el aseo, el agua, los escándalos, las confrontaciones, la inseguridad, y sobre todo: Soluciones insuficientes, mega deuda y mega improvisaciones.  Siempre prohijando una lucha social, de pueblo contra pueblo, dividiendo, separando, creando más discordia. ¿Solucionarán estas mega obras los problemas de tránsito?...no podemos decirlo, ni ellos mismos se atreven a asegurarlo. Pero, lo que sí es seguro y cierto, es el nivel de endeudamiento que nos han dejado.
Yo no apoyo la ley  porque parece diseñada para destruir al gremio médico, simulando que sólo  se trata de “romper la gran rosca blanca” de todos los trabajadores médicos, para que el panameño pobre “pueda acceder a un servicio de salud primermundista”. Eso es mera demagogia barata, y al final de la historia sólo queda una canasta de medicinas genéricas...  Yo no apoyo la ley, porque después querrán hacer lo mismo con el resto de las profesiones del país.  Gobernar, dirigir, no se trata de mandar sino de servir, eso no lo han terminado de entender nuestras autoridades.  Si el pueblo les importara de verdad, finalizarían la huelga en el mejor término. Pero no, ahora mismo nuestro gobierno sólo tiende a dañar al nacional, ya fuera sosteniendo una huelga que perjudica a los más necesitados, o aprobando una ley que daña al gremio médico (y de rebote al pueblo más necesitado)  La intransigencia característica de este gobierno, pone nuevamente de manifiesto su poca capacidad de negociación, su nulo liderazgo y la inmadurez política que tanto los empequeñece.  Es por eso que, mientras más grandes sean sus obras, increíblemente más pequeños se seguirán viendo.  

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