MASLEIDOS

viernes, 27 de junio de 2014

¿Metro Rojo o Diablo Metro?

Es increíble, como el gobierno actual refuerza su tesis de los diablos rojos en la implementación del metro. Como proyecto emblemático del actual gobierno, y siendo una de sus vacas sagradas, tan populista como se ha vuelto, cuestionar el metro es un insulto a la moral colectiva. Pero a la fecha, todavía no he escuchado a un vocero del gobierno que me explique cuál era la necesidad real de construir un metro en Panamá. La obra es tremendo trabajo ingenieril y fue llevada con mucho profesionalismo, pero ¿Era necesaria? La efectividad del metro no va a ser “tal”, ni aún después de construidas las líneas dos y tres. Porque el metro actual es demasiado pequeño para poder asegurar que solucionará nuestros problemas de transporte. Ni aún consiguiendo más trenes (vagones) más grandes. Porque el metro, en ninguna parte del mundo, es solución completa al problema del transporte. 

Escuché gente diciendo que el metrobús complementando al Metro, solucionarían el tránsito en la ciudad. Supongo que aún estarán haciendo los análisis, para ver si meten más metrobuses... ¿O será que están esperando a que pasen las elecciones? Supongo que la solución es compuesta, algo del Metro, algo del Metrobús, algo de los Metropiratas etc. Pero entonces, ¿Por qué emocionar al pueblo vendiéndole falsas expectativas? O peor aún, ¿Por qué meternos en un proyecto tan costoso, de satisfacción tan comprometida? O peor aún, ¿Por qué seguir guardando silencio sobre lo que realmente costará subsidiarlo? Aún recuerdo la terquedad de aquella gobernante, para inaugurar el Centenario antes de finalizar su mandato. Y siento que, caímos en lo mismo: Otro proyecto “ego”. 

Escucho a muchos defensores del gobierno decir que es válido viajar de diez a veinte minutos en condiciones terribles (dado que el metro se llena demasiado) pero gratis y llegar rápido. En menos de veinte minutos muere una persona, le roban y la ultrajan. Entonces me pregunto, ¿Ahora sí se acepta la filosofía del diablo rojo, rápidos y anegado? ¿O será que este gobierno no puede dar jumbo soluciones, sin filas ni apiñamientos? Es prudente alejar la propaganda electoral, y reflexionar al respecto. Serle honesto al pueblo, refiriéndoles la realidad de primera mano. No me parece justo que nos mantengan encaramados en falsas expectativas y verdades a medias (como el costo del pasaje) exigiéndonos “metro cultura” La manera en que el gobierno está tratando el tema después de entregado el metro, es típica al tratamiento del resto de sus obras: Todo a medias (porque no resuelve el problema inicial por el cual se nos planteó, resolver el tranque) y en desagradable suspenso. Independiente al marasmo electoral, el gobierno no debe perder interés en la obra. De otro modo, cómo pensar en las otras líneas, si no trabajamos con solidez y transparencia sobre la que nos hicieron.

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