MASLEIDOS

viernes, 27 de junio de 2014

Irrealidades de Mercado




Me preocupa el monetarismo (capitalismo, consumismo, mercantilismo) que está viviendo Panamá.  Ya sabemos que al gobierno, muy por el contrario de lo que predican, le vale un rábano la paz social.  Construyen encima de las personas, generan tranques descomunales, nos tratan como ganado simplemente para obtener más y mejores ganancias, y luego gastárselas en quién sabe qué otro sueño faraónico e inútil.  Peor aún si lo contemplamos como una prolongación, un seudópodo del sector empresarial.  Pero.., ¿Qué está pasando?  La empresa privada es cómplice del sacrificio popular, demostrando su “carácter social” en las noticias que explotan a diario las tragedias existenciales de los panameños. Haciendo ver que están del lado del pueblo, cuando sólo lucran de su desgracia e ignorancia.  Porque los medios, también son empresas. Y no es que esté en contra de las empresas y el sector privado, pero sí estoy en contra de la prostitución social.


Hay bienes y servicios que elevan la condición humana y garantizan el decoro de la vida.  Pero qué explotan los comercios locales, todo bien o servicio que ayude a aumentar el hedonismo, la parafernalia, el pompo y la masificación social, disfrazando auténticos lujos tras la máscara de falsas necesidades.  Y la gente se endeuda para mantener un estatus que no tiene, mientras sufre  a gritos y golpes de pecho sus verdaderas necesidades.  No soy comunista, tal vez un poco socialista, haciendo la debida y respetuosa distinción.  Quien los mezcle, sufre de ignorancia política y le recomiendo no continuar leyendo este artículo.  Porque en este país se sataniza a todo el que piense con el sentido común, y no corra tras las vertientes autodestructivas de la moda prostituida, que mata a un pueblo cada vez más dependiente del gobierno y de su propia concupiscencia. Ser libres como ciudadanos, adquirir el control de nuestra propia persona y de nuestros gastos, nos hará libre del hambre mercantilista que está prostituyendo a Panamá e hipotecando a los panameños.



Hoy es 28 de Noviembre de 2013, celebramos la independencia de Panamá de España, no así el Black Friday.  Hicimos puente con la fiesta patria, e incorporamos una fiesta foránea en su horario reglamentario.  Como siempre, dejamos lo nuestro en segundo plano,  para que lo extranjero mande.  Somos buenos anfitriones, o mejor dicho, dueños pendejos.  Es algo que está en nuestra indio sin gracia, perdón, idiosincrasia, bajar la cabeza ante el extranjero. Herencia nefasta de vivir tanto tiempo supeditado a españoles, colombianos y recientemente gringos.  Pero la ridiculez es la contracara del sentido común hasta cierto punto, en consecuencia, nuestra falta de lógica e identidad nacional, nos está llevando a hacer el ridículo por unos cuantos badulaques empresarios, que quieren llenarse los bolsillos y hacerse MEGA millonarios a cuesta de la ignorancia de nacionales y extranjeros consumistas.  El Viernes Negro (Black Friday) tiene para los panameños un significado de dolor, que los gobiernos de la nueva democracia han querido borrar. Ése es el verdadero significado del Black Friday panameño, recordar lo que sufrimos de mano de nuestros propios nacionales, por culpa de un gobierno extranjero que en su debido tiempo se enamoró de militares serviles y corruptos.



Pero el que quiera desfogarse en los centros comerciales, gastando desmesuradamente su dinero, para que un par de judíos se hagan mucho más millonarios…y su deuda personal crezca, y no tenga plata para las matrículas, pues, adelante, que afile su propio machete. Porque lejos de esto, la comida sigue cara, el combustible, la electricidad y todo lo demás. Más luego nos traerán el Cyber Monday,  y demás irrealidades de mercado, que hacen sentir bien al panameño, sin solucionar un ápice de su realidad.

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