MASLEIDOS

viernes, 27 de junio de 2014

Avistamiento o Descubrimiento, ¡Qué carajo!




Tal vez lo que diga a continuación, escandalice a un par, así que, si usted es historiador, amante de lo autóctono y lo originario, de los derechos humanos y demás, por favor no lea lo que sigue.  Voy a tocar (no tan profundamente) temas de xenofobia, homofobia, misoginio, racismo y demás. 



Hay que entender algo, los europeos (digo europeos y no sólo españoles, porque el mismo Colón ni siquiera era español)  llegaron a América en la peor época de los imperios indígenas.  Si lo hubieran hecho durante el esplendor del imperio Azteca, Maya (abriendo un poco más la curva del tiempo)  o Inca, otra cosa hubiera sucedido.  Con todo y los barcos y la pólvora de su lado, hubiera sido probable que la historia se volteara.  Los grandes imperios originarios de nuestras Américas tenían tanto o más conocimiento, cultura, misticismo y espiritualidad que las civilizaciones más antiguas de Europa y África inclusive.  La salvajada criminal no se mide en función a si se usa taparrabo o calzón.  Dicho sea de paso, el nivel de crueldad en ambas culturas era bastante similares, esto independiente a la tecnología empleada.  Tal vez la misma corrupción y guerras internas  que destaparon su decadencia, fueron en esencia similares  a la de nuestras prostituidas democracias.



Ayer se celebró el “Avistamiento del Mar del Sur” y hubo una protesta indígena, "por la lucha y resistencia..." ¿Hasta cuándo el resentimiento generacional? ¿Quinientos años y aún no superan eso?  Está igual o peor que los judíos y el holocausto, o los negros y el racismo, las feministas y la discriminación, los homosexuales y los homofóbicos.  Si bien es cierto, uno no elige gran cantidad de acontecimientos en nuestras vidas, sí podemos (debemos) elegir  cómo afrontarlos.  La historia fue como fue, el pasado no puede cambiarse, sin embargo es tremenda fuente de conocimiento para el futuro.  Tampoco es correcto dejar de disfrutar el presente, por sufrir del pasado o temer al futuro.  Mi experiencia es que llorar del pasado (llorar sobre mojado) nos ata a él.  Aprender del pasado, nos libera.



Ser considerados por los demás, no implica autoflagelación, exhibicionismo, ni llamar la atención desesperadamente.  El ser humano es tremendamente egoísta y antropomorfista de naturaleza (o cuando menos, socialmente adquirido)  lo cual puede o no llevar implícito el egocentrismo, y en extremo algo de megalomanía.  Nadie nos va a querer, nadie nos va a considerar, si primero no luchamos por nosotros mismos.  No podemos exigirle a los demás que nos quieran, si no nos queremos primero nosotros a nosotros mismos. No podemos buscar el amor en otro, si no lo encontramos primero en nosotros mismos.  El egoísmo, el egocentrismo y la megalomanía es una tercerización de lo que debería ser nuestra búsqueda interior hacia ser más felices.  Entendiendo que la vida es buena, aunque en determinados momentos no nos guste, o disguste.



La vida está diseñada para funcionar, dijo alguien, y la evolución nos empuja a seguir adelante.  Claro, la inteligencia también.  Yo he visto muchos pueblos indígenas y negros desarrollarse sin perder su cultura, sus raíces y su orgullo. ¿Dónde están nuestros pueblos indígenas? ¿Cerrando calles, protestando, auto-compadeciéndose, retorciéndose ancestralmente en contra de los españoles?...Si muchos  de los españoles que nos colonizaron eran incultos o delincuentes,  ¿Podríamos culparlos (quinientos años después)  de las asquerosidades de nuestros políticos contemporáneos?  El mismo espíritu de guerra que prohijó su conquista por unos más violentos, quizás los mantenga aún esclavizados, no digo que a todos sino a varios de ellos.   A mi parecer uno no protesta contra de la esclavitud, si primero no celebra la libertad.  Si no entendemos ese concepto, y si no aprendemos a generar y amar la libertad de adentro hacia fuera nuestro primero, no pidamos al resto que deje de tratarnos como esclavos, o inferiores. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario