MASLEIDOS

viernes, 27 de junio de 2014

Las dos caras del hambre en Panamá


Cuando le dieron las “camisas gubernamentales” a empresas cercanas al presidente, Cambio Democrático apenas estrenaba el poder. Ese pequeño gesto  (a través del cual se ignoró a muchos panameños humildes y necesitados,  para supuestamente favorecer a un reducido grupo de allegados al poder) me dio un avance de lo que serían los próximos años.  Son los detalles, los pequeños gestos, las cosas como esta, las que definen el proceder no sólo de una persona, sino de un gobierno también.  Apenas precisamos de cierta agudeza, meditación y reacción oportuna, no cinco años después. Atención, razonamiento y reacción; en lugar de distracción, emotividad y pasividad masoquista.   


Dicen que uno de los retos más importantes del presidente entrante es la canasta básica, porque el pasado gobierno nos aumentó considerablemente el costo de la vida (incluyendo los alimentos)  Las jumbo ferias fueron una respuesta mediocre e indigna, según el común popular. La contracara del encarecimiento progresivo de la vida,  la presentó el gobierno de Cambio Democrático como si fuera progreso.  Pero nadie se alimenta directamente del progreso...  Aún así, Varela encontró la forma de que el panameño vinculara su alimentación al progreso, prometiendo la congelación temporal y una rebaja substancial del precio de los alimentos de la canasta básica. Y como ganó, ahora las personas le exigen el abaratamiento inmediato de su alimentación.


La otra cara del hambre en Panamá, corre con la otra mitad del fracaso continuista de Cambio Democrático.  El tan flameante “progreso” del gobierno saliente, produjo una sombra mucho más grande que el tamaño de sus propias obras.  Y nos maltrató a todos por igual.  Ese alboroto, el ansia de construir, de reparar, de “hacer” que estranguló nuestra paz social estos cinco difíciles años, edificó una caja de música que apenas sonaba en la boca de quienes la construyeron.   Los sobrecostos, escándalos de corrupción, impunidad, confrontaciones, persecuciones, irresponsabilidad verbal, injusticias  etc.  Es como si hubieran intentado vestir de gala al país, dejándole las axilas apestosas y un cuerpo (la distribución de riquezas) raquítico.  Porque todos los subsidios que dio este gobierno, lejos de fortalecer la economía popular, apenas aumentaron su dependencia.  Sin embargo, la tufarada y el raquitismo social se les notaron por encima de la ropa.  No pudieron taparla, y el pueblo votó que NO.


Varela debe entender y trabajar simultáneamente  las dos caras del hambre en Panamá, hambre de comida y hambre de justicia.  Justicia en todos los sentidos: Social, jurídica etc.  Si el nuevo presidente sólo se dedica a bajar el costo de la canasta básica, pasando por alto tantas voces de corrupción relacionadas a los pasados gobiernos, o el clamor masivo de justicia, entonces no hará un buen gobierno, y en breve tendremos que entender que votamos por otro fracaso.  Digo en breve, porque si el gobierno nos sale malo,  de nuestro tiempo de respuesta social dependerá qué tan malo nos resulte. Recordando siempre que los pequeños detalles, finalmente cuajan los más grandes y graves errores.

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