“Soterramiento
de cables”…otro proyecto incordio, de nuestras
tan polémicas como malqueridas autoridades.
Analicemos un poco el entorno citadino, cuya realidad no puedo referir más que con la palabra “convulso”. Por un lado el trauma social
cotidiano (al cual nos acostumbramos poco a poco) y por otro la gran cantidad de obras civiles que se están ejecutando:
Metro, reordenamiento vial, saneamiento de la bahía etc. Cada vez que nuestras autoridades se enamoran de un
proyecto nuevo, sufren una amnesia oportuna, en
la que se olvidan de la estrechez de Panamá. Tanto así que si yo hago algo en
San Miguelito, impacta directa o indirectamente
en Bethania y alrededores. ¿Será que nuestras autoridades no entienden que
Panamá es demasiado chico, y cuando proponen una solución no contemplan
integralmente todo lo que está alrededor? Tal vez
por eso los panameños vivimos inmersos en
problemas eternos, porque las soluciones son sectorizadas, aisladas, e
improvisadas sobre un marco de referencia muy pobre, que no contempla cada
evento en función a su entorno.
¿Será que es justo y necesario? ¿En
verdad es justo y necesario, hacer esto ahora? ¿De dónde, o de quién surge la
premura? ¿Soterrar los cables hará que mejore la velocidad de trasmisión de
data, audio o video?. ¿Acaso mejorará la calidad de conexión? ¿Tendremos luz y
telefonía más barata? ¿La telefonía celular será aún mucho más estable? ¿La
internet más veloz?...¿O, soterrar los cables únicamente tiene un beneficio
estético? Porque de ser así, ¿Cuál es la urgencia? ¿Qué hay detrás de tanto
apuro?. Hablamos del área bancaria, la Federico Boyd
y demás. En Bella Vista existe un serio problema
con las aguas negras ¿Acaso eso no es más urgente, para efectos
del ornato y salubridad, que soterrar los cables?
Las aceras están rotas, eventualmente la basura
se desborda y la ciudad adquiere un olorcillo fétido, por no decir pútrido.
¿Acaso eso no es más urgente para el ornato, que soterrar los cables? Porque si
hablamos de ornato, soterrar los cables no debería ser más urgente que ordenar
las vallas publicitarias.
¿Por qué tenemos que pagarlo entre
todos? ¿Por qué un impuesto nuevo? ¿Reitero,
acaso nuestras autoridades no están conscientes de la realidad económica
social, para ahora incluirnos un nuevo impuesto por el capricho
o interés de alguien?. ¡Todo ha subido!. Se gasta más gasolina por los
tranques, y curiosamente ahora la tienen más cara. ¿Debemos entonces sumarle
más tranque por el trabajo del soterramiento? Luego, el
asunto de la comida. La comida está mucho
más cara por efecto directo o indirecto de la gasolina, o quién sabe por qué... Las soluciones que
nos brindan, son soluciones de miseria, de filas eternas bajo el sol, la lluvia, la desesperación
y toda la angustia que implica ser panameño en estos tiempos. Encima de todo,
un impuesto más. Impuesto, tasa o como le llamen,
algo más sangrando la economía del panameño
común. ¿Por qué no lo pagan los bancos y las empresas involucradas, principales
beneficiarios del soterramiento? ¿Por qué siempre el pueblo soporta y sufraga
los excesos, caprichos, intereses y excentricidades de nuestras autoridades y
demás círculos de poder?. Grupos sociales que,
dicho sea de paso, constituyen una minoría y están totalmente desvinculados del
masivo sufrir popular. ¿Qué hay detrás de esto, quiénes están detrás de esto, y
por qué el apuro?
Por otro lado, ¿Quién se queda con
el dinero recaudado?. El panameño en general, parece haber perdido ancestralmente,
la fe en sus autoridades. Se escuchan rumores de personajes (de nivel económico
medio o bajo) que han adquirido repentinamente mansiones, yates, jets y demás
lujos exorbitantes. Con cierta frecuencia explotan noticias de posible
corrupción a gran escala. También está el asunto
de la venta de terrenos de zona libre, las acciones de CWP, la posible venta
del ATLAPA etc.. Temas que ponen en duda la solvencia económica del estado (aún
sobre el desmedido progreso económico que parece estarse dando). Un impuesto
más para los panameños, por menor que sea, se traduce en una cantidad
considerable de dinero, que se depositará en un fondo custodio, he de imaginar,
en el mejor de los casos. ¿Pero en el peor, qué pudiera ocurrir con toda esa
colecta, frente a un gobierno con aparentes necesidades económicas, al parecer
bastante desvinculado del clamor popular, e involucrado casi semanalmente en
escándalos de diversa índole???...
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