MASLEIDOS

domingo, 3 de junio de 2012

Los hogares y los gobiernos


Muchas personas han dicho que los gobiernos son representativos de los pueblos que gobiernan, especialmente los democráticos. Este decir hoy cobra más importancia en nuestro ámbito nacional. Hay un grupo de noticias que me llaman poderosamente la atención y me crean cierto grado de preocupación. Las ventas de las acciones de CWP, la venta de los terrenos de Zona Libre, la posible venta del Atlapa, el aumento de algunas multas. Por allí le escuché a alguien decir que el gobierno no tenía liquidez, no tenía dinero. ¿Pero cómo, si el presidente actual dijo en campaña que en Panamá había dinero, que lo que no existía era una “administración eficiente”?... De cualquier forma, desde que subió este gobierno todo se ha encarecido considerablemente, e inclusive ahora pagamos más en impuestos. Entonces sigo con la pregunta: ¿Hay dinero o no? Luego, ¿Por qué el repentino interés de vender activos, y acciones estatales? Dicen algunos que porque lo incluyeron en el presupuesto de este año, y si no los venden quedarían desfasados. ¿También habrán incluido las minas y las hidroeléctricas? Pregunto esto porque aparentemente, existe una necesidad patológica de “hacer negocio” con toda la cosa pública. ¿Por qué? ¿Es una obsesión, o ya nos quedamos sin plata?

Viendo algunos de los mega proyectos del gobierno, tenemos el metro, el reordenamiento vial, los hospitales, el aeropuerto internacional en el interior del país, el nuevo centro de convenciones, ahora la cinta costera en Colón, los nuevos hospitales, las nuevas cárceles, el tercer puente sobre el canal, el soterramiento de cables…¿Digo, tenemos suficiente dinero? Me preocupa muy seriamente que nos estemos quedando sin dinero. Hay quienes dicen que el ansia del gobierno por “construir” se debe a las comisiones y cuanto negociado puedan cuadrar directa o indirectamente, (intereses personales y demás) ¿Pero, y de dónde sacamos el dinero? Como sea, no digo que estas cosas sean malas, al contrario, de pronto y tenemos un nuevo país, por lo menos en papel. ¿Pero, y el dinero qué? ¿Acaso nos estamos endeudando hasta la saciedad para “darle un mejor aspecto a Panamá”, sólo un mejor aspecto? Por otra parte, está el asunto de las prioridades, las necesidades básicas como la salud, seguridad y educación pública. A esto se le suma la crisis del transporte y la crisis cada vez mayor del agua y uno que otro rumor refiriendo que esto se hace para propiciar la venta del IDAAN (su privatización) Si bien es cierto que tenemos tremendas proyecciones en lo que se refiere a infraestructura y construcción, en Panamá no hay un plan formalmente constituido que nos refiera la atención del gobierno con relación a las auténticas prioridades del panameño común.

¿Y qué es de la vida del panameño común? Común y corriente mortal, que carece de una definición clara de prioridades. Un ser que, para “lucir bien”, divertirse (cito carnavales, y las cajas de cerveza el fin de semana etc.) o presumir (cito los celulares inteligentes, plasmas, carros etc.) no le importa pedir prestado y endeudarse hasta la coronilla. No digo que todos, pero sí muchos de nosotros no sabemos distinguir entre necesidad y lujo, capturados en un mundo consumista y de apariencia. ¿O será que lo hacemos por comodidad y no por vanidad?...bueno, podría ser. El asunto es que a veces no nos alcanza el dinero para obtener un servicio de salud digno, en una buena clínica privada, porque hay que pagar esas “comodidades”. O tenemos que meter a nuestros hijos en una escuela barata o pública, porque tenemos que pagar esas “comodidades”. A veces ni comemos bien, ni tenemos para la gasolina, por culpa de esas “comodidades”. O preferimos vivir en un cuchitril, pero con plasma, aire acondicionado, televisión por cable, internet etc. Por andar vestidos con marcas, luciendo celulares de último modelo, muchos prefieren andar con la panza vacía, porque hay muchas deudas (comodidades o vanidades) que pagar.


¿Entonces, dónde están las prioridades del panameño común? ¿Luego, dónde están las prioridades del gobierno de turno? ¿Acaso será verdad que los gobiernos se parecen a sus pueblos, porque de una u otra forma emanan de él? Ahora mismo Panamá es como aquel hogar en el que la autoridad no es efectiva y se ejerce a punta de correazos, gritos e insultos. Una casa bonita por afuera, pero sucia y desordenada por dentro. Un hogar lleno de comodidades, en el que hace falta el dinero y abundan las deudas. Un hogar socialmente ejemplar, que a lo interno cada uno anda por su lado y se mienten entre sí. ¿Será que los malos gobiernos provienen de muchísimos hogares disfuncionales? ¿Será que un gobierno tracalero y chambón, podrá venir de un pueblo juega-vivo y mediocre?...De ser así, si este pueblo no cambia a mejor, Dios nos guarde en el 2014.

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