MASLEIDOS

domingo, 3 de junio de 2012

¿Hacia dónde carajo vamos?

¿Hacia dónde carajo vamos?

Esto me recuerda tanto a aquel reggae de Renato que decía: “¿Qué es lo que el DENI puede hacer?”... ¿Por qué asombrarnos de que Mulino haya renunciado?, algunos dicen que fue crónica de una muerte anunciada. Yo digo que pasó lo que ocurre diariamente en muchas oficinas y hogares panameños, subalternos desobedeciendo a jefes, apoyados por otros jefes. Padres desautorizando a las madres frente a sus hijos. Lo que se vio ayer fue un reflejo fiel de nuestra realidad cotidiana, en un país donde todo el mundo hace lo que le da la gana y la ley sólo existe para el más pendejo o pobre. Claro que uno espera mayor seriedad por parte del gobierno, pero tampoco olvidemos que los gobiernos son emanaciones, representaciones del mismo pueblo. Ahora bien, está claro que la substancia detrás de la horrible forma en que se produjeron los acontecimientos, nos indica que la fuerza policial se seguirá reservando el derecho de juzgarse a sí misma única y exclusivamente, independientemente al parecer legal del resto panameño. Es decir, otra esfera de poder formalmente constituida, adicional a los ricos y a los políticos. Y bajo estas tres reinas (los ricos, los políticos, la policía) como siempre, habrá de sobrevivir el pueblo soportando sus pesos, sus abusos y desmadres.



Debo recalcar que, al parecer la historia dio otra vuelta más, ahora ambientada a nuestro tiempo y espacio. Me refiero a aquel presidente que trató de despedir al militar de turno, y la fuerza armada le respondió: “El que se va es él”. Y así le ocurrió a Mulino, guardando proporciones. Aunque si nos fijamos bien, el recién renunciado ministro siempre se dio ínfulas presidenciales. Y el ahora civil, tal vez nunca dejó de actuar como militar…lo vimos hace poco en Chiriquí. Es decir, nuevamente un presidente contra un militar... Sí, hemos girado nuevamente en el tiempo. ¿Será que efectivamente la historia da vueltas porque esa es su naturaleza, o será que nuestra sociedad no aprende con el tiempo y repite los mismos errores?. De cualquier forma, tendríamos que reflexionar mucho al respecto, porque hemos vuelto a fracasar en lo mismo de hace más de veinte años atrás. Así hemos visto cómo un jefe de policía, manda sobre la disposición del presidente y el gabinete completo.



Ya he dicho anteriormente que este gobierno ha peleado con empresarios, indios, medios, sociedad civil y gremios en general. Pero ahora queda en evidencia que también pelean entre ellos mismos. Todos los días hay un conflicto nuevo, un escándalo nuevo, vivimos sumidos en un tranque enorme, nos falta el agua y cuando llega tiene sabor a tierra, la vida se ha encarecido considerablemente y la violencia sigue aumentando. No hay orden, parece que estuviéramos en anarquía y eso sí que es peligroso. ¿Por qué? Porque con un gobierno civil desordenado y sin cabeza, con una figura presidencial sin credibilidad, desvirtuada y desgastada, lo peor que puede coexistir es un militar CRECIDO. Vuelvo y repito, la historia da vueltas, siempre y cuando las condiciones necesarias se repitan... ¿Acaso se repetiría un golpe militar?


Se ha comentado mucho la similitud del gobierno actual con la forma de gobernar que mantuvieron los militares: Imposición, pésima administración y represión. ¿Será que estamos en la antesala de una dictadura militar? ¿Será que lo repetiremos? ¿Acaso, como pueblo permitiremos que esto ocurra de nuevo? Por lo general, antes de uno darse cuenta que está dando vueltas en círculos, existe un periodo de desorientación aguda, en el que se acelera ignorando todas las señales y la repetición de las mismas. Cuando uno se da cuenta, ya es muy tarde y aún más lamentable. Creo que es hora de desacelerar un poco (la explosión económica, el ansia de construir y pelear con todos). Creo que es hora de manifestarnos como sociedad, detenernos, ver y pensar: ¿Hacia dónde carajo vamos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario