MASLEIDOS

sábado, 2 de junio de 2012

Gracias a Dios, los panameños no somos así… ¿O me equivoco?
22 de Octubre de 2011

Hace pocos meses, yo no sabía qué significaba el término “parisear”. Me enteré de su existencia, gracias a la propaganda de cierta bebida alcohólica que hace referencia al término. Supongo yo que “parisear” no viene de París, la cuna de la civilización moderna, como bien lo refiere dicho comercial. Más bien me parece que “parisear” proviene del inglés “party”, que significa fiesta. Esto lo deduje de la propaganda en cuestión. Sepa usted, por si ya no lo sabe, que cuando le dicen: “Vamos a parisear”, es como si le dijeran: “Vamos a fiestar”. Le pregunté a varias personas entre veinte y cuarenta años si sabían lo que era “parisear”, y todos esbozaron alguna especie de sonrisa cómplice, como diciendo “Yo sí sé… ¿Pero por qué usted pregunta por eso?”. De igual forma, aprovechaba la coyuntura para preguntarles si sabían ¿Quiénes eran los indignados?. Con mucha suerte, algunos pocos me dieron significados próximos al diccionario. Y ninguno supo decirme acerca del movimiento de los indignados.


Curiosamente, yo supe del movimiento de los “indignados” antes del término parisear. Pero vamos a recordar brevemente, ¿Quiénes son los indignados?”. El término se ha asociado al libro “Indignáos” del francés Stéphane Hessel. Refiere al movimiento popular humano, sin afiliación política, que ha despertado en Europa (España) resintiendo los funestos mecanismos de política y gobierno tradicional, la desigualdad, la mala distribución de las riquezas etc. Dicho fenómeno ha reclutado a varios países. De hecho, el pasado quince de Octubre, el mundo entero salió a protestar ( http://15october.net/es/) Fue un éxito internacional, aunque tengo entendido que en Panamá no tuvo mayor relevancia. El hombre ha empezado a exigir y a crear verdaderos cambios en el mundo (gestados por el pueblo, no simples promesas electorales) Para muestras, la sangrienta primavera árabe, de Egipto, Túnez, Siria, Libia etc. O, para no irnos tan lejos, podemos citar al país que más imitamos: USA, con la toma de Wall Street (http://periodismohumano.com/economia/la-toma-de-wall-street.html). Pero nosotros los panameños somos pacíficos, y no nos parecemos al resto del mundo, gracias a Dios… ¿O me equivoco?.



Hace unos días, me conmovió el video en el que aparecía una niña atropellada DOS veces en una calle de China. Pasaba gente caminando, gente en bicicleta, gente en autos, y nadie se detuvo a ayudar a la pobre niña, quebrada a un lado de la vía. Hasta que alguien la asistió, arrojándola a la acera (como si fuera una muñeca de trapo). Yo pensé que algo así debía ser otra broma cruel, de las tantas aberraciones que abundan en Internet. No le di mayor crédito al asunto, hasta que salió en el noticiero gringo de CNN, en el que detallaban más sobre el asunto, que la niña seguía muy crítica en un hospital de la localidad. Ayer me dijeron que la criatura murió (http://www.lavoz.com.ar/noticias/sucesos/murio-nina-que-fue-atropellada-dos-veces-quien-nadie-ayudo) Yueyue, se llamaba. Todo eso me hizo cuestionarme: ¿Por qué tenemos que conmovernos con tragedias que vemos en alguna pantalla, e ignoramos las que nos pasan al lado?. Bueno, quise pensar que los chinos, por ser tantos, son muy “indolentes” y fríos. Gracias a Dios, los panameños no somos así… ¿O me equivoco?.


Ayer desperté con la noticia de que un hombre se quería arrojar del puente de las Américas. “Pobre hombre”, pensé, lucía desesperado. Fue sujeto de noticia, tremendo cinco minutos de fama. Todo el país estuvo pendiente a él, como cuando los saltos de Saladino, los lanzamientos de Mariano, o el triunfo de Margarita en American Idol. Esta vez la transmisión de un suicidio en vivo, “On-line”. Personas pasaron, le tomaron foto y lo mandaron desde su BlackBerry al Facebook, al Twitter. Y el sujeto se lanzó. Hoy leo en los periódicos que la gente le gritaba: “Tírate rápido, que voy tarde al trabajo”. Y alguien más dijo en la radio, que lo arengaran para tirarse rápido... ¿Acaso esto no es para indignarse? ¿O será mejor seguir pariseando?. Total, Gracias a Dios los panameños no somos así… ¿O me equivoco?.

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