MASLEIDOS

miércoles, 22 de agosto de 2012

Una comunidad sin maleantes

El día de ayer iba de regreso a mi casa, cuando escuché por la radio que un ladrón fue sorprendido infraganti robando una computadora de escuela (Juan Arturo Martinelli Sosa ubicada en Villa Lobos, corregimiento de Pedregal).  Abrió un hueco en la ventana y procedió con el delito.  Una situación tan común,  que en otras circunstancias no hubiera generado una nota de mi parte.  Total, es el pan nuestro de cada día en una sociedad con autoridades tan apáticas y un pueblo cómplice de palabra u omisión. 
Sin embargo, la noticia tuvo un aspecto que me pareció muy positivo y digno de resaltar.  Al sujeto lo agarraron gracias a la comunidad, que dio información a las autoridades y procedieron a la captura del mismo cerca del sitio. ¿Por qué algo así me llamó la atención? porque es el panorama que debería ser nuestro factor común social. 
Los maleantes, los delincuentes, corresponden a un lado extremo y nefasto de la naturaleza grupal, social, humana.  Tal vez jamás se extingan, pero, si tuviéramos autoridades más proactivas (ver mi artículo Mediocridad en éxtasis  ) y un pueblo más unido, los maleantes estarían a buen recaudo.  No así intentando  gobernarnos, ya fuera por el terror colectivo, la corrupción inherente a la debilidad humana,  y  la política (como dice el otro, que “ahora” existen narcos tratando de entrar a la política panameña).   
Si pudiéramos ser tan proactivos y colaboradores como esa comunidad, que se unió para capturar a un delincuente que atentó contra el bien común, la cosa pública etc., pudiéramos hacerlo como pueblo el día de mañana, para atrapar a los maleantes de saco y corbata, o a los maleantes de camisas… que cometan peculado, o jueguen con nuestros impuestos.  Tal vez, sólo tal vez…

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