MASLEIDOS

viernes, 3 de agosto de 2012

Turismo de pasadita en una ciudad espejo.





Estuve comiendo en un centro comercial de la localidad, un sábado anterior a quincena.  El lugar estaba repleto, me llamó la atención.  Detallé un poco más en las personas y noté que la gran mayoría no eran panameños.  Fue triste sentirme extranjero en el lugar donde nací y he vivido toda mi vida.  Luego pensé que no debía entristecerme, porque al fin y al cabo el turismo debería representar más dinero para nosotros los panameños... ¿Pero a cuáles panameños? ¿Quiénes son los más beneficiados de que crezca el turismo en Panamá?.  Los mismos de siempre, los grandes empresarios, magnates, dueños de centros comerciales, resorts, centros de convenciones y hoteles que practican el turismo al por mayor.   Se pregona que con el turismo “ganamos todos”, desde el gran empresario hasta el chichero de la cinta costera.  Sin embargo, la cuestión aquí no es que ganemos todos  sino:  ¿Quiénes ganan más?.  Como siempre en la historia panameña, unos pocos se llevan todo el pastel, y al gran resto sólo nos dan las sobras de las migajas.  Sería interesante saber si estos empresarios le suben el sueldo a sus empleados, o por lo menos las comisiones, en proporción a la afluencia de turistas a sus locales.  Por otro lado, en los estacionamientos la fila de trabajadores almorzando al borde de calle era impresionante y deprimente.  Esos sí, todos panameños.  Me indigna que ni siquiera les puedan habilitar una cocina decente dónde comer.  ¿Ése es el progreso que promueven estos desalmados, un local a todo meter que capture turistas, y sus empleados comiendo en la calle como si fueran perros???.  ¡Ése es el “progreso” que promueven todos los poderosos del país, incluyendo a nuestras autoridades cómplices y partícipes de este sistema de explotación!!!. 




El gobierno se llena la boca diciendo que promueve el turismo para beneficio de todos los panameños… ¿De cuáles panameños?.  Tenemos un gobierno de corte empresarial, de índole privado (por decirlo de otra forma).  Muchos de sus funcionarios son exitosos empresarios. ¿Pero por qué el turismo es tan importante para el gobierno?.  Supongo que ha de ser por lo del “desarrollo”.  De hecho, gran parte de sus “obras” se enfocan a embellecer la ciudad en áreas turísticas (área bancaria, Cinta Costera etc.) por las que transitan los turistas de manera controlada (dado que inclusive, algunas de ellas son puntos de inundación y otros problemas urbanos).  Sin embargo, la realidad se transforma, muta y degenera para aquel turista que tiene que “bajarse del bus” (del bus o taxi de turismo) en sentido literal y figurado, exponiéndose a nuestra realidad cotidiana.  Me refiero al turista que percibe al transporte público de este país como una total desgracia, el asunto de la recolección de la basura y los vertederos improvisados, los malos olores por todas partes, las aceras destruidas, aguas negras difícilmente contenidas aquí y allá, terribles embotellamientos vehiculares en absurdas distancias cortas, un país que luce húmedo, oscuro y cochino por el dichoso “reordenamiento vial”, la inseguridad social etc. etc. etc.  El turista que se expone a la realidad que vivimos a diario los panameños, sencillamente, jamás regresaría a este país.  Con todo y que muchos de ellos vienen de lugares con problemas poblacionales similares o peores a los nuestros.  Si la imagen del Panamá de los panameños se proyectara internacionalmente, el turismo se secaría como espejismo en el desierto.  De allí la oprobiosa necesidad de proyectar una ciudad especular, promoviendo un turismo “de pasadita”, no orientado al estado en su totalidad, ni al progreso general e integral de la nación, sino al progreso del bolsillo de ciertos maleantes que se dicen empresarios.



¿Pero quién paga el desarrollo de estos “portentos del desarrollo panameño” pro turismo?, precisamente los que menos vamos a lucrar de ello: El pueblo.  El pueblo, de sus impuestos.  Los empleados esos, que comen a orilla de calle porque su empleador no les ha designado un lugar digno dónde comer, como seres humanos, esos mismos panameños pagarán de sus impuestos las MEGA-OBRAS gubernamentales, de las que se beneficiará a mayor escala, precisamente, el mismo empresario que los explota a diario.   Y así queda claramente establecido el círculo de explotación popular panameño.  Nosotros no pedimos las obras, pero tenemos que pagarlas, y los más beneficiados de ellas, finalmente son los empresarios, en obvia complicidad con el gobierno.  Luego me dicen que el turismo es bueno para todos, porque genera más raspaderos, chicheros, buhoneros, taxistas de turismo, bien-cuidaos, prostitución, tráfico de drogas, empleados de hoteles y centros comerciales mal pagados etc. . Pero ¿Quiénes se quedan con los grandes millones del turismo que promueven las MEGA-obras pagadas por el sudor, sufrimiento y  sangre del pueblo panameño?...los MEGA-empresarios.  El turismo de pasadita para una ciudad espejo, es sustentado por los tantos millones de esclavos que vivimos en este país, estrangulados entre el gobierno y la empresa privada.  Pero la gran ganancia se la llevan los mismos tres maleantes de siempre.  Como en los tiempos faraónicos de las pirámides y demás, tal es el tupé que estos sinvergüenzas se halan: La gloria es para ellos, el esfuerzo, dolor y muerte para nosotros.

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