MASLEIDOS

miércoles, 29 de agosto de 2012

Criatura de Dios


Trato de pensar, y trato de pensar y trato de pensar ¿Por qué este gobierno insiste en hacer MEGA, todo lo que hace? Primero el asunto de la “gigantesca” torre financiera, ahora lo de la virgen más grande que la estatua de la libertad, luego lo del reloj gigante de la Cinta Costera. Si seguimos bajando nos topamos con “el metro”, que dicho sea de paso, no es una obra pequeña. La misma cinta costera, en su fase tres. El reordenamiento vial. No es sólo el tamaño de la obra en sí, sino el hecho de querer hacerlo todo, TODO al mismo tiempo. ¿Delirio de grandeza, ganas de enmarcar un nombre en nuestra historia republicana, megalomanía tal vez?. De cualquier forma, todo lo que ha hecho este gobierno no llega al talón de la ampliación del canal (defendiendo la obra, no así la posible deuda ampliada y la posible rebusca) por muchísimas razones. ¿Será que el objetivo es “hacer algo más grande”?. Digo: Los reyes, los faraones, los emperadores y aquellas tantas figuras históricas que labraron su nombre en la trascendencia mundial, muchos de ellos, lo han hecho aplastando a sus pueblos, o a los pueblos ajenos, esclavizando, explotando, derramando en exceso sangre inocente, matando a granel. ¿Será tal, el máximo nivel al cual aspiran nuestros actuales gobernantes?. 


 Es cierto, las personas recuerdan a Hitler, Napoleón, Pedro el grande, Cleopatra, Alejandro Magno. Mi pregunta es: ¿Acaso esas personas podrán recordar a todos estos líderes gubernamentales, como los creyentes espirituales recuerdan a sus líderes, ya fuera con el mismo afecto o durante el mismo tiempo?. Acaso podríamos comparar a Hitler con Cristo, a Napoleón con Buda, Alejandro Magno con Mahoma. Por alguna razón, la trascendencia de nuestros líderes políticos es demasiado irrelevante al lado de la trascendencia de nuestros líderes espirituales. Será acaso porque nuestros líderes políticos, de una u otra forma buscan la eternidad por la senda equivocada. Tal vez construyendo un reinado demasiado grande alrededor del ser humano, cuando el reinado más grande lo puso Dios adentro de nosotros mismos. Siendo su conquista un asunto individual, y no de masas. Quizás nuestros gobernantes no han terminado de entender que la grandeza del Señor no reside en la grandeza de lo que podamos hacer, sino en la simplicidad de apreciar lo perfecto de SU Creación. Entonces, no habría que hacer más bonito, lo que nació sublime, a no ser que se quiera ser más grande que su Creador. 


Lo cual también es una enfermedad del alma. La enfermedad que puso la serpiente en el corazón de los primeros hombres del Edén. La armonía (nuestra armonía) no precisa de reconstrucciones externas, sino internas. El hombre debe reconstruirse a sí mismo, para vivir en armonía y apreciar a Dios sobre cada recodo, resquicio o efluvio de SU creación. De lo contrario habrá conflicto, dolor, muerte y obras que morirán con el tiempo, como aquel majestuoso muro de Berlín, que cayó para que el hombre se uniera. ¿Será por eso que nuestras autoridades, tan interesadas en MEGA proyectos, son tan conflictivas? ¿Y aunque construyan tanto, jamás tendrán paz a su alrededor? ¿Por qué no la tienen en su interior? ¿Será que construyen en el sentido equivocado?. Es muy fácil construir a partir de la destrucción, así cualquiera diría que el constructor es “grande”. Pero, quien construya sin destruir, más que un constructor, es un sanador. Y la sanación (me refiero a ése tipo de SANACIÓN) no la da el dinero, sino Dios. 


Trastorno de la conducta, trastorno en el cual la conducta supera el rango normal y es socialmente destructiva. Trastorno del estado de ánimo, grupo de enfermedades mentales caracterizadas por alteraciones del estado de ánimo, el estado emocional sostenido que afecta la percepción del mundo. Trastorno Bipolar, trastorno del estado de ánimo caracterizado por episodios variables de manía, hipomanía y depresión. Trastorno de oposición desafiante, trastorno caracterizado por un patrón de conducta poco colaboradora, desafiante y hostil hacia las figuras de autoridad y que interfiere gravemente con el funcionamiento diario. Estas enfermedades siquiátricas se presentan en adultos y niños… ¿Recuerdan mi artículo en el cual planteo que la sociedad está llena de adultos que más bien actúan como niños de crecimiento deformado o incompleto (Encarcelar al padre o a la familia)?. Megalomanía, manía o delirio de grandeza. Fijación… aparte de toda referencia genética, también se habla de fijación dentro de la teoría freudiana del inconsciente, para designar el modo de inscripción de ciertos contenidos representativos (experiencias, imagos, fantasías) que persisten en el inconsciente de forma inalterada, y a los cuales permanece ligada la pulsión (energía psíquica profunda que orienta el comportamiento hacia un fin y se descarga al conseguirlo). Obsesión, proviene del término latino obsessĭo (“asedio”). Se trata de una perturbación anímica producida por una idea fija, que con tenaz persistencia asalta la mente. Este pensamiento, sentimiento o tendencia aparece en desacuerdo con el pensamiento consciente de la persona, pero persiste más allá de los esfuerzos por librarse de él. Compulsión, es un término usado en psicoanálisis que define a un sujeto aparentemente sano que presenta una conducta adictiva u obsesiva irresistible ante una determinada situación subyugante.


Después de plantear todos estos conceptos siquiátricos, sacados de varios sitios de internet (dicho sea de paso, no lo dije yo) algo de luz podrían arrojarnos para con la reincidencia obsesiva-compulsiva que sienten algunos individuos por sentirse “grandiosos”. Muchos de nosotros recordamos aquellos tiempos en que los militares hacían lo que les daba la gana en este país. Sobre todo uno en especial, que ahora está preso… ¿Cómo habrá quedado su necesidad de grandeza finalmente?. O la de todos aquellos líderes de la humanidad, que de una u otra forma han tenido que reconocer su finitud, bajo la crudeza de algún padecimiento fatal e incurable. Igual suerte habrían de correr sus grandiosas obras ante la presencia, curiosamente, de la creación. A veces sólo basta un derrumbe, una inundación o simplemente el corazón humano (cito el caso de Berlín, y la caída de la estatua de Husein) para que estas obras caigan. ¿Ocurriría igual suerte, entonces con la obra y el recuerdo de los verdaderos líderes espirituales (ojo, no así con la de sus seguidores, por no querer citar a las cruzadas, templarios, evangelización, inquisición etc.)???. No pareciera, el mundo sigue creyendo en ellos con o sin templos, con o sin arcas de la alianza, con o sin objetos, con o sin cosas. ¿Por qué?...porque estos líderes, más que apelar a la desproporción de su propio ego, apelaron a la grandeza de la naturaleza humana, de cada individuo, no de cada obra. Y tal vez, tal sea el fallo de todos estos “diosecillos” silvestres, que arrastran pueblos enteros a la sombra de sus egos desproporcionados, o demás padecimientos siquiátricos: Que el hombre no vale por lo que tiene(MEGA cosas) sino por lo que es (criatura de Dios).

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