Juan Carlos Navarro jamás ha sido
figura de mi beneplácito. En el pasado, siendo
él alcalde, tuve un par de experiencias “insubstanciales”, cuando justamente
pensé que involucrarlo me ayudaría en algo.
No sé por qué tengo la impresión de que él como presidente, sería igual que Martín.
Digo “no sé por qué”, porque jamás he seguido al PRD, ni lo que ocurra en él. Sin embargo,
algo le instauraron los militares en su espíritu, que ha continuado hasta
hoy. Pienso lo más calmado posible,
tratando de entender cómo un grupo de gente que otrora fueron “aliados" o gestados por tipos tan malignos y brutales como los militares, pudo subsistir ( y tan fortalecidos) hasta nuestros días. Sin embargo lo
hicieron, por vía democrática inclusive. Pudiera estar algún tiempo
especulando al respecto, pero creo que mi tiempo merece mejor desempeño. Dicho sea de paso, jamás he considerado líder al difunto Torrijos, ni a ningún otro
de la cadena que le siguió. Siempre lo
he visto como algo abyecto, producido por situaciones tal vez aún más nefastas. Un sujeto que, aparte de instaurar la época
más siniestra y maligna del país, institucionalizó (sino reforzó mucho) el
paternalismo como forma de promover al pueblo. Creando (o fortaleciendo aún más) la cultura
parasitaria que tanto nos ha dañado como ciudadanos e individuos. Su hijo fue otro presidente más que pasó (lo
único que con una cinta costera) dejando tras su lapso histórico, terribles recuerdos de muertes como el
envenenamiento del jarabe, los quemados del bus etc. El PRD, para mí es sinónimo de muerte (“Civilista
visto, civilista muerto”). Sin embargo, éste pueblo es
éste pueblo... y ya abogó por ellos con anterioridad, democrática y reiteradamente.
¿Cuáles
acontecimientos?...miremos lo que pasó en estas votaciones que acaban de darse. El asunto del tan cuestionado voto electrónico y demás. Peor aún, ¿Cuánto tiempo tiene el problema
del “Bebedero”, lo que se dice de él, y todo lo que aún no termina de
resolverse?. Digo, si hablamos de voto
electrónico y demás innovaciones tecnológicas, se presume que todo ello debe
redundar en un proceso más claro, eficiente y rápido. Sin embargo, según comentan las noticias de
ayer, el proceso fue “considerablemente” demorado. Hoy dijeron que por la lentitud de los propios votantes (pudiera ser, el panameño suele ser reacio a las innovaciones, pero...). Estos últimos años hemos visto en la
política, el resurgimiento de aspectos tan negativos, tan de bajo calibre, que creíamos
desterrados de nuestra realidad cívica. ¿Luego, por qué no esperar la repetición de un fraude electoral?... De cualquier forma, el resultado final dependerá de la actitud que asuma el pueblo, llegado el momento.
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