MASLEIDOS

miércoles, 18 de julio de 2012

Tal vez así sí


En este gobierno hay figuras que parecen no tener la mínima noción humana, para con el panameño común.   Mientras ellos se revuelven en beneficios pagados por nuestros impuestos (del salario en adelante) y nos lo echan en cara, por otro lado le piden mesura, austeridad y retención a la ciudadanía.  ¡Qué infames! … pero bueno, ¿Qué se le puede pedir a un sujeto que nació en la opulencia, producto de la explotación humana a favor de unos pocos?  Pues nada, esa gente cree que algunos nacen para mandar y otros para obedecer, unos superiores y otros inferiores etc. etc. etc.  De igual forma gobiernan, entre excesos desmedidos, ignorando el clamor popular hasta que el pueblo se vuelca a la calle y les recuerda lo de la revolución francesa.  Al pueblo sólo lo buscan para echarle la culpa de sus rotundos desaciertos como gobernantes, y para ponernos impuestos que  cubran su desfachatez y tozudez administrativa.


El asunto es que no hay una escuela para hacer líderes, ni un mecanismo para juzgar a quienes nos han gobernado.  Todos los gobernantes panameños, menos Noriega (que fue encausado por una fuerza extranjera) han pasado impunes e inmunes a cuanto escándalo se han visto expuestos.  Como si existiera un pacto de rotación y una alianza tácita de “no te juzgo, no me juzgues”.  La actual administración asomó algún tipo de diferencia al respecto, pero todo quedó en nada.  En consecuencia, debo creer que a futuro (aún encima de tanto teatro que vemos) nuestros actuales gobernantes  tampoco serán juzgados.    Pero si pudiéramos medir, con algún sistema, de calificación tal vez, la efectividad de “tal o cual” gobernante…tal vez las cosas serían distintas, quizás mejoraríamos.  Pero estos sujetos son elegidos a la libre, por embustes mediáticos, y les damos un cheque en blanco para que hagan y deshagan en cinco años.  Todo esto lo hemos visto en su más alta expresión, en este último periodo, y no sé por qué me imagino que seguiremos viéndolo.




Quiénes entrenan a los mandatarios y su “corte” en las lides gubernamentales?...sus partidos políticos.  Lo cual no ha ocurrido con el actual presidente, cuyo partido no tuvo, ni pudo, ni quiso, ni intentó instruirle en nada.  Tal vez porque “su partido” es “él mismo”… no puedo asegurarlo. De algo le habrá servido haber sido servidor público en el Panameñismo y el PRD. De cualquier forma, tampoco se perdió de gran cosa. El entrenamiento es apenas no es nada beneficioso para el pueblo en sí, el entrenamiento tradicional, los lineamientos, las guías de mando son apenas un compendio de normas orientadas a perjudicar a las mayorías, en beneficio de las minorías dominantes.  Disfrazando, es decir, blindando el sistema de una argamasa legal con la que se protege a los menos, y se perjudica a los más, en una pantomima institucional que mal que bien llamamos por allí y por allá: Transparencia.    Que para nuestros efectos no sería más que prestidigitación, ilusionismo, manejo de masas, y represión popular.  


Pero si cada postulante, tuviera que pasar un periodo de “iniciación” previo, alejado de su círculo social, viviendo entre las clases más pobres y desfavorecidas.  Tratando de sobrevivir como un ciudadano corriente, lleno de “tranques”, injusticias sociales, problemas de subsistencia, dolores de cabeza, violencia, serios problemas económicos etc. durante los cinco años previos a su postulación como presidente, legislador o alcalde, no sólo aprendería lo que está haciendo mal su antecesor, sino que sufriría en carne propia la lenta agonía popular.  Muerte infinita y eterna, porque la única razón por la cual el pueblo no muere, es para que el rico siga disfrutando su explotación.  Si nuestros gobernantes tuvieran que pasar por esa austeridad, miedos y penurias, pues, tal vez serían más humanos.  Si nuestros gobernantes tuvieran la posibilidad de ser juzgados por el pueblo, de manera sistemática y cabildo abierto, una vez finalizada su gestión.  Tal vez así nos respetarían más, tal vez así trabajarían mejor

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