MASLEIDOS

viernes, 6 de julio de 2012

¿Funcionarios públicos o fichas de alguien?

¡Esta calidad de políticos! de patio limoso.  Haladera de greñas, que si yo te demando, que si tú me demandas, que si te saco los trapos, que si me tiras las cajas.  Verduleras, bochinche, pereque.  Y en el medio el pueblo, impávido viendo el show, o mejor dicho, pagando para verlo.  Como el asunto de las novelas se ha vuelto tan folclórico en nuestro haber cotidiano, y mientras más escandalosa y polémica tanto mejor…Pues, así estamos, lo único que esta novela ya nos salió demasiado cara (con muertos y todo). Si por lo menos dijéramos “teatro”, pero no pasan de una vulgar novela, televisión enlatada que harta  el embotado intelecto común panameño.    Comida chatarra para la conciencia colectiva, que no se digiere e indigesta.

Recuerdo cuando y desde la ruptura de la alianza, que empezaron los ministros a arreciarle a Varela.  Y él, como autoridad superior no tuvo los pantalones de pararles la fiesta.  Así como no ha tenido la entereza de eliminar relaciones comerciales con otros de sus archienemigos políticos, para entonces poder saberse, decirse y manifestarse enteramente como oposición. ¿Pero, por qué no?, si la política es otro tipo de negocio, uno de los mejores (sino el más lucrativo)

Con los acontecimientos pasados en la asamblea, e individuales para con ciertos diputados, escucho gente proclamar aterrorizados que la política panameña da asco.  Y es cierto, yo mismo lo he dicho, ¿Pero cuándo carajo no?. ¿Qué no tenemos memoria, o sufrimos de vez en cuando de cierta amnesia oportunista?. Hace apenas unos años salió un legislador abanicando billetes productos de supuestos sobornos.  Hace algunos años también, descubrieron a otro con maletín, o maletines.  Yéndonos más lejos, yo recuerdo bien a una figura prominente en la actual política exterior panameña, agarrándose a golpes con un legislador del PRD en tiempos de la dictadura militar, en plena asamblea.  Y a la ex ministra, ex alcaldesa, ex legisladora, ex candidata y actual prominente política panameña, revolcándose en una acera cuando vino Bush a Panamá.  Y me cuentan que antes de los militares, la realidad panameña, sino era igual era peor.  Que ahora nos dé asco, es hipocresía.  Ya deberíamos estar acostumbrados.


Lo que ocurre en la actual administración, no es más que el destape total, vulgar y descarado.  ¿Por qué un ministro, un presidente, un legislador tiene que excusarse, rendir cuentas o halarse las greñas con un periodista, sindicalista o ciudadano común en la radio o televisión?.  Llegando inclusive a exhibir el resultado o avances de investigaciones y estudios internos, de modo acusatorio o informativo.  Actitud seriamente penalizada en la empresa privada.  Porque nuestras autoridades están más preocupadas en figurar, repito figurar, que en resolver.  Ocultándose en el falso reflejo de “la transparencia”, han declarado patio limoso a la cosa pública.  No son conscientes del rol que desempeñan, ni de la investidura de su cargo, ni se dan a respetar, luego  ¿Cómo esperar que hagan bien su trabajo?.  Estas autoridades nuestras, parecen cualquier cosa menos eso: Autoridades.  Simplemente les interesa más ser “ficha de alguien”, que ejercer como auténticos funcionarios públicos.  De allí la oprobiosa necesidad de lucirse en los medios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario