MASLEIDOS

domingo, 22 de julio de 2012

Las atrocidades de nuestro pequeño planeta






¿Por qué un joven de 25 años, ex estudiante de medicina entra a media noche durante el estreno de una película de saga exitosa, con un rifle, una escopeta, al menos un revólver,  gas lacrimógeno, y empieza a disparar aleatoriamente matando a doce personas e hiriendo a medio centenar? Dénver, USA, el cine se llama 16 Century.  Las víctimas van desde un bebé de tres meses (incluyendo un infante de seis años muerto) hasta personas bordeando los cincuenta, el resto en su mayoría jóvenes. ¿Qué hace un bebé de tres meses en el cine, acaso seguirán sus padres  o tutores vivos después del evento?  Pienso que por allí va el asunto ¿Por qué había un bebé de tres meses en la sala de un cine, a las doce medianoche pasada? ¿Nos preocupa el homicida de 25 años?, pero a mí  más me preocupa que un  bebé de tres meses esté viendo el estreno de Batman, y  a tan altas horas de la noche. ¿Por qué? Porque por allí va el asunto…  Ahora, tampoco voy a tirar la primera piedra, yo llevé a mi esposa embarazada de nueve meses a ver “Masacre en Texas”.


¿Qué podemos decir del muchacho homicida? ¿Maltrato infantil, drogas, locura, gringo loco? Lo cierto es que tenía explosivos en su casa, y al parecer hasta una posible trampa para detonar a la policía (junto a gran parte del edificio, por lo sabido).  Pero no está vinculado a ningún grupo terrorista, de aquellos que todos conocemos.  En consecuencia, podría decirse que el individuo era un “agente libre del terrorismo”, digo, porque impartió terror a diestra y siniestra, no porque participe de alguna doctrina específica.  ¡Y qué terror! En un momento de sano esparcimiento, sin contar al bebé de tres meses, pasada la medianoche.  Ayer en Panamá asesinaron a dos mujeres en menos de ocho horas. ¿Qué hacemos con esto?  Yo no sé si ustedes saben, pero no es cualquiera que va a la universidad en Estados Unidos, mucho menos el que entra o se mantiene en una facultad de medicina.  Mucho menos el que aplica a estudios de neurología. Cuesta bastante dinero (o sacrificio), esfuerzo e inteligencia.  Con ello quiero resaltar que el chiquillo asesino no era tampoco cualquier cosa. 



Dirán algunos que son cosas que “pasan en gringolandia”…yo les recuerdo el caso de la doctora que mató a la mamá como si fuera un alfiletero y que todavía ejerce en algún lugar de Panamá. O al asesino de aquel sacerdote. O los hermanos que se mataron hace poco.  O al carnicero de Chucunaque.  Aunque siempre será muy diferente “asesinar” de arranque, a planificar un asesinato grupal fríamente.  Sin embargo, el asunto es la mala semilla.  Definitivamente, la nacionalidad no tiene nada que ver en esto, pero aumenta la probabilidad.  La sociedad norteamericana es sumamente violenta, y al que le quepa duda que vea el documental Masacre en Columbine de Michael Moore, o la película “Elefante”.  Pero nuestras novelas latinoamericanas no se quedan atrás, hablando de capos y mujeres con las tetas, o traseros grandes, homosexuales, drogas etc. Sexo y Violencia aquí, en Estados Unidos y en cualquier parte del mundo genera bastante dinero.  Cómo olvidar aquel clásico del terror, para los que tuvimos “la fortuna” de verla en el cine (y gracias a Dios, no durante una balacera) cuando salió: “Martes Trece”.  Sexo y Violencia…  





Antes de enterarme del evento, hablaba con unas personas sobre “la vocación” de los maestros y la sociedad en que vivimos. Que los maestros de antes ya no existen. Tristemente concluimos que los maestros de antes ya no existen, ni  tampoco existen los padres de antes, ni mucho menos los hijos de antes, ni la sociedad de antes. Porque la sociedad actual, hedonista e hipócrita, exige demasiado para lo que da.  Demanda resultados, sin dar formación.  Exige a los padres que llenen a sus hijos de cuestiones materiales y educación de óptimo nivel, y no les permite compartir tiempo, ni siquiera tiempo de calidad con ellos. La sociedad ha creado unos roles ficticios, basados en la esclavitud que genera la máxima productividad, líderes de revista y personas de trapo.  En una sociedad tan falsa como sobre estimulada y enferma, que nazcan locos casi por generación espontánea (como James Holmes, el masacrador del cine) es lo que menos se puede pedir.  Y que no nos hallamos extinto por una guerra nuclear, peste de laboratorio, o desastre masivo autogenerado es un verdadero milagro.




La fuente original del análisis anterior es el siguiente enlace, dicho sea de paso, muy interesante:

Después de enterarme del evento, hablaba con otras personas sobre por qué estos asesinos de masas la mayoría de las veces  son hombres y muy pocas veces mujeres.  Concluimos que la diferencia radicaba en la naturaleza femenina, su forma de pensar y ser.  La mujer, depredadora, igual que el hombre, e inclusive a veces más virulenta, fría y destructiva que el varón, tal vez por su rol natural de dar vida, no la quitaba con igual frecuencia o facilidad,  ni por las mismas causas que el hombre.  Un asunto de ciclos hormonales, capacidad regenerativa, pensamiento más abarcador (no necesariamente más agudo) fecundidad  etc.  Por cada diez hombres que delinquen, lo hace una mujer. Hace algún tiempo, supe que la probabilidad de ser asesino, o asesino en serie iba estrechamente vinculada a niveles de testosterona y serotonina (una hormona con mayor concentración en hombres y un neurotransmisor).  En el fondo, cada uno de nosotros puede ser un asesino, sólo basta que se den las condiciones necesarias, como por ejemplo “garantizar la supervivencia”.  ¿Será entonces que serlo de semejante forma (masacrando en un cine) puede ser considerado un asunto de naturaleza mal enfocada?...prefiero no ahondar al respecto.


James Holmes, el autor de la masacre era un joven NO VIOLENTO, inteligente, tímido 
y obsesionado con los juegos de video no violentos
Se me ocurre quizás, que así como existen anticuerpos y microorganismos en nuestro organismo, conviviendo en sabio equilibrio, tal vez la virtud y la maldad coexistan de igual forma en nuestro interior.  Cuando los gérmenes toman el liderazgo, el cuerpo enferma; quizás de la misma forma, si los anticuerpos  eliminaran a todos nuestros gérmenes, igual nuestro organismo enfermaría.  Cuando la maldad controla al hombre, el hombre enferma; va a un cine creyéndose “Jocker” y acribilla a cuanta persona puede.  ¿Pero, acaso podríamos decir lo mismo de un hombre controlado por la virtud?...Todo eso me hace pensar mucho en el tipo de sociedad, en la clase de humanidad que hemos creado no sólo como maestros, sino también como padres.  El tipo de joven que estamos "tirando a la vida", o peor aún, el tipo de adulto que controla nuestro mundo.  ¿Demasiado bueno, o demasiado malo?. Es un tema en el cual tampoco quisiera ahondar, pero de cualquier forma, les invito a que hagan una búsqueda por Internet bajo el subject "James Holmes"...  se ha creado un nuevo súper villano, esta vez de verdad.



¿Será que al hombre tendrá que ocurrirle algo tan grande y duro, que lo haga hincar una o ambas rodillas sobre la tierra, adquiriendo un poco más de humildad introspectiva, hacia Dios y para con todo lo que le rodea? ¿O será que pronto desarrollaremos un químico para “disminuir la tendencia homicida o violenta”???  No lo sé, y tampoco puedo asegurarlo, pero, de cualquier forma mientras nada de eso ocurra, tampoco podremos ni debemos asombrarnos de las atrocidades que seguiremos viendo en nuestro pequeño planeta.  Ni de que un bebé de tres meses de nacido, asista a la premier de una súper película para mayores, termine o no masacrado.

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