MASLEIDOS

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Personalidades presidenciales vs realidades populares

Otra propaganda más del presidente.  Yo cuestiono, por qué hacen propagandas del presidente con nuestro dinero.  El dinero del estado debe ser usado, caso tal, para promocionar al gobierno no a la figura del presidente.  Es el colmo que ahora quiera ponerse nuevamente los zapatos del pueblo, con otra ridícula propaganda de sí mismo.  Es decir, a mí no me interesa que ahora él haga una especie de patético  “mea culpa” por ser  espontáneo, impulsivo, tal vez por no decir explosivo verbalmente.  Recuerdo bien cuando se agarró con Hugo Famanía… pero eso no lo menciona la propaganda.  Que le han tocado tiempos difíciles, pues…¿Para qué quiso ser presidente, si ya sabía lo que le esperaba?.  Que ha tenido que tomar decisiones, bueno, eso es parte de su rol y no hay que agradecerle un ápice, sobre todo cuando sus decisiones han sido tan ampliamente cuestionadas, la gran mayoría impactando de frente a la clase media.  Nadie le cuestiona que si cae “mal o no” por ser como es.  Eso sí que es ridículo.  Al presidente no se le cuestiona su forma de ser sino todo lo que ha hecho como presidente, no así como Ricardo Martinelli.  Por lo menos, en lo personal, lo que haga o deje de hacer Ricardo Martinelli  no es algo que me afecte, ni me preocupe mucho menos.  Pero sí me preocupa lo que haga como presidente.  Sin embargo, la vez que discrepó con Famanía (durante aquella conferencia de prensa que todos recordamos) no lo hizo contra el periodista, sino para con la persona del periodista.   Y esa es precisamente una de las cosas que empañan a este gobierno, el ataque personal (no así profesional) que dicen haber sufrido ciertas personas que adversan su gestión.  Esto no se trata de caer mal o caer bien,  este intento del señor presidente por volver a calzarse los zapatos del pueblo es patético.  Pero tiene lógica, es una estrategia más populista, un zarpazo, un barrejobo más dirigido a afectar la emotividad popular.  También el tono que utiliza, que más de explicación parece súplica.

¿Debemos disculpar su carácter impulsivo?.  Digamos pues, que cualquier persona puede tener un carácter impulsivo, sin embargo uno se controla.  Uno se controla para ir al trabajo, se controla para vivir en sociedad, de lo contrario esto sería la ley del revólver y todos seríamos pistoleros.  Si el presidente de la república no puede controlar su carácter impulsivo pues…¿Qué podemos esperar para con las decisiones de estado?.  Por favor, el carácter no es excusa, mucho menos viniendo de un presidente.  La responsabilidad debe ser proporcional a la magistratura del cargo, es decir, mientras más alto estás, más duro caes.  En consecuencia, que Perico de los palotes sea impulsivo, no es igual a que el presidente lo sea.  La repercusión, juicio y castigo, por ende no son iguales.  Si Perico de los Palotes comete una “impulsiva equivocación”, a lo sumo se dañará él, amistades, conocidos, familia y/o compañeros de trabajo.  Pero si el presidente se equivoca, nos dañamos todos. Hay un concepto que todo aquel que ha dirigido un grupo de personas, en el trabajo, en la comunidad, la política o en el gobierno debe dominar.  Las funciones se delegan, la responsabilidad no.  Es decir, siendo yo el jefe del departamento puedo delegar funciones entre mis subordinados,  aún así sigo siendo responsable (como jefe del área) de lo que ellos hagan.  Así ocurre con el señor presidente, que tal vez no esté vinculado directamente a muchas cosas malas de su gobierno, aún así no por ello deja de ser responsable.  Y esto debe saberlo, dominarlo y manejarlo cualquier persona que aspire siquiera a ser presidente.  A Ricardo Martinelli no se le critica nada, pero a su gobierno sí, se le critican muchísimas cosas.  Como por ejemplo, los escándalos de corrupción que les sale a cada rato.  Los sobrecostos en las obras, el problema de las tierras y ANATI, la mala inversión del recurso estatal, el terrible aumento en el costo de vida, el problema del agua, el problema de la seguridad, el transporte a medias, la salud, la KPC, la falta de regulación con los apagones eléctricos y el cobro, la degradación educativa etc.

Curiosamente, de una forma muy oportuna esta nueva propaganda en la que vemos al presidente jugando fútbol con unos niños de barrio (de tipo muy similar a las que salían en los tiempos de la campaña pasada, cuando los dichosos zapatos del pueblo) con aquella narración que yo considero lastimera, sale casi al mismo tiempo de la publicación de una encuesta que lo coloca en una buena posición electoral…  Digo, yo jamás he creído en las encuestas, pero ese es tema de otro artículo.  Entiendo que la nueva propaganda del presidente no está enfocada a los libres pensadores de este país, sino a la masa emocional y manipulable.  De cualquier forma, la magnánima imagen de Martinelli jugando fútbol con los niños pobres,  no cuadra en mi cabeza con la miserable imagen de adultos peleándose agua del chorro huérfano de un hidrante en Parque Lefevre.   El presidente puede reconocer muy cómodamente que “tiene cierta forma de ser”, pero para nosotros resulta otra cosa mucho más difícil acoplarnos a “ser de una forma” porque ellos nos han degradado terriblemente nuestra forma de vida (agua, salud, seguridad, educación, economía etc.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario