
Me ataca la risa cuando escucho a
las personas hablar de “la democracia”, como si fuera el gran
ideal, el arquetipo social.
Nos quejamos de la nuestra, que es una
democracia proclive a la corrupción, que es una democracia joven, que sus
representantes no sirven etc. etc. etc.
Me permito recordar a este punto, que las democracias de primer mundo
también han quebrado por pésimo manejo de sus representantes (incluyendo Grecia,
su cuna).
¿Por qué? Porque la democracia
en sí, es un sistema de gobierno degradado, y en las formas de gobierno
antiguas, era considerada jerárquicamente anterior a la anarquía.
Y dicho sea de paso, surgió en una época de
decadencia.
Pero hoy la vemos como la
gran papaya por qué, porque el mundo se ha degradado.
Pero todos los sistemas democráticos del
mundo están destinados a fracasar, su proceso natural es terminar en anarquía o
alguna forma de dictadura.
Aunque la
democracia sea lo mejorcito para nuestros tiempos, de ninguna forma podría
negarlo, tampoco se puede negar que es una de las peores formas de gobierno.
Nos da una falsa sensación de “justicia
social”, que el pueblo elija a sus gobernantes, sin embargo, no es lo
mejor.
Nuestras democracias actuales se
basan en la totalidad ciudadana, es decir, todos los nacionales votan, por
decirlo de esa forma.
En la antigüedad no
votaba todo el mundo, el “Demos” era una parte significativa y MERITORIA de los
habitantes.

Nuestro ideal de democracia es
que “gane el que la masa quiere que gane”.
Eso suena justo, pero cuando analizamos a profundidad
quiénes constituyen la masa, nos damos cuenta
de que en su mayoría son personas amontonadas, que piensan en manada, como si
fuera un cardumen, y así mismo actúan.
El
que tenga la habilidad, o el recurso, de dirigir a la masa, pues ganará las
elecciones.
Indistintamente a sus
intenciones sociales, o a
su preparación
para el cargo.
Luego,
la masa se maneja como han venido manejándola
todos los gobernantes del mundo, manteniéndola a raya, jamás solucionando gran
parte de sus problemas, oprimiéndola (con la economía, el hambre o la violencia)
engañándola y dándole muchos mecanismos de evasión.
El problema de este esquema es tener
dinero suficiente, o la estructura elaborada
(de los partidos políticos) porque la masa pesa y tampoco es fácil de
manipular, por su proporción, no así por su intelecto o capacidad de
razonamiento.
La masa, más que nada
actúa emotivamente, y siempre dentro del margen o marco que le pongan.
El humano en masa, es otro animal más.
Peor si está enfermo, ha sido mal educado, no
tiene dinero y teme por su seguridad personal.
Por eso es que estos políticos y gobernantes, nos tratan como si
fuéramos animales.
Jamás cambiarán el
esquema, porque es el que les conviene, aunque a diario se limpien los pies con
“La Democracia” como letra muerta.

En el primer mundo disimulan más
el evento, pero al final de cuentas ocurre exactamente lo mismo que en el
tercero, controles más, controles menos, cultura más, cultura menos,
intelectuales más, intelectuales menos.
El
problema se resolverá cuando el ser humano se vea, se sienta y se entienda como
un ente social.
Lo cual debe ocurrir
posterior a la toma de conciencia del individuo para consigo mismo, léase como
individuo.
Primero somos uno, luego
somos más.
No podemos aspirar a crear
una sociedad sin primero crear individuos (para lo cual necesitamos hogares,
con hijos y padres/madres en ellos).
Bajo este concepto, la sociedad se convierte inevitablemente en
MASA.
Y de allí ocurre que todos los
sistemas que se dicen de “justicia social” fallan, porque la sociedad se les
convierte irremediablemente en MASA.
La
única forma en que la sociedad no se masifique, es haciendo que el humano se
reconozca y se FORME previamente como individuo.
Ya lo
he dicho antes en reiterados artículos, yo creo en el individualismo, en el
individualismo social.
Aquel individualismo que hace a la persona
individuo y posteriormente lo presenta e introduce a la sociedad como un ente
productivo y consciente (despierto).
No como
un objeto manipulable, cuyo único fin es sumar por sumar,
apoyar por apoyar, o aprender por aprender, o
estar por estar en el grupo,
en la
sociedad, y final e irremediablemente en la MASA.

Me gusta mucho comparar las
dictaduras de Pinochet, con el sistema rotativo dictatorial panameño.
Es muy probable que Pinochet haya sido
humanamente peor que todos nuestros dictadorzuelos cobardes, sin embargo, Chile
progresó más que Panamá.
Por alguna
razón Chile vivió un tremendo momento oscuro, pero jamás dejó de moverse y
llegó a algún lugar.
Los panameños…bueno,
hemos crecido, o mejor dicho, han crecido económicamente los comerciantes, y
los maleantes políticos, las construcciones,
pero como personas no creo (lo que sustenta
verdaderamente el progreso de un país, las personas).
La gente se ha vuelto más violenta, los
modales se nos fueron al traste, el sentido común desaparece, los vicios han
aumentado, la educación disminuye más que aportar.
¿Acaso pudiéramos decir que el pueblo panameño
mejoró su calidad de vida?.
Y con ello
no me refiero a que ahora el pobre tiene un televisor HD ó 3D, celular
inteligente, computadora, Internet o Cable.
Me refiero a si el pueblo cuenta ahora con una mejor educación, salud,
seguridad etc.

En consecuencia, sí puede haber
avance dentro de una dictadura, aunque no sea de la mejor forma.
Lo cual demuestra que la justicia social y la
capacidad de progreso tampoco son exclusivas de los sistemas
democráticos.
Yo no soy historiador, ni sociólogo, ni he estado en Chile, puedo estar
equivocado en mi planteamiento, lo cierto es que Chile ahora es Chile, y Panamá…
bueno, vamos a tener un metro. Pero volviendo al tema de la democracia, digamos
pues que el sistema suena muy bonito pero, a mí en lo personal jamás me ha
convencido.
La humanidad ha crecido
tanto que ya los mecanismos antiguos de gobierno (incluyendo la santa
democracia) diseñados para que unos pocos exploten y sometan a unos muchos pues,
se nos han quedado obsoletos.
El
planeta, la deforestación, la erosión, los cambios climáticos, las guerras, las
pestes, los cataclismos nos dicen que tenemos que readaptarnos o nos
extinguiremos en nuestra propia arrogancia o estupidez.
Se requieren formas de gobierno que formen
humanos, humanos sociales, no más masa.