Parafraseando la obra “El coronel no tiene quien le escriba”
y sin ánimo de ofender la memoria del gran Gabriel García Márquez. Hoy vuelve a repetir que no ha robado. Se supone que al decirlo de esa manera tan
procaz, y como siempre chabacana, debemos creerle. Tal vez él crea que las obscenidades,
aunque sean importadas, dan mayor credibilidad a lo que habla ¡Tremendo error! Pensar
que los panameños, todos, apreciamos la vulgaridad. Pero esa fue otra cosa que el señor no pudo
aprender en cinco años sobre los panameños, peor aún, habiéndole demostrado un
voto por la decencia el pasado Mayo ¿Y aún así no entiende?...
La otra cosa que el hombre no aprende es que las funciones
se delegan, la responsabilidad no. Me extraña, y me pone a pensar mucho, que
aún siendo la cabeza de negocios tan fructíferos, aún no entienda esto, que es
principio básico de administración. Bueno, digamos que no sabe de
administración pública, aunque no era su primer cargo en el gobierno ¿Pero acaso su gobierno no tuvo corte
empresarial? Debería saber que la
responsabilidad no se delega. Si él no
robó, y se está discutiendo que sus subalternos sí pudieron haber robado, no
puede evadirse totalmente de la responsabilidad. Todo rol de mando, en la privada y la pública, lleva
intrínseca la función de supervisión. Si
él no supervisó, ni supervisó a los que supervisaban, entonces quién iba a
hacerlo. ¿La contralora, la procuradora, el chapulín colorado?
Ahora aparece con ese papel de víctima
agresiva, a juzgar por cómo se defiende y las palabras sucias y lo demás… ¿Y
así espera que le creamos? Analizando su
discurso, con tristeza veo que es más de lo mismo. Echando un poco para atrás, recordando el
estilo de defensa de sus gladiadores, cada vez que alguien argumentaba en su
contra, recibía insultos a granel. Y eso
fue exactamente lo que hizo hoy, insultar al actual presidente, como si eso le
diera mayor crédito. ¿Tendrá eso sentido,
defenderse ofendiendo? ¿Qué aún no entiende que este pueblo ya no cree en
insultos sino en pruebas?
Mi recomendación, es bastante sencilla. Si quiere que le crean, necesita aprender a
escuchar, y no rodearse de gente que sólo le dicen lo que quiere
oír. El pueblo aprendió, ahora le toca a
él aprender a escuchar al pueblo, y el pueblo CLAMA JUSTICIA. Nosotros queríamos una mejor calidad de vida, no MEGA CORRUPCIÓN con MEGA OBRAS, que nos MEGA ENDEUDARON y nos MEGA COMPLICARON la existencia, encareciéndonos la vida y llenando el país de extranjeros. Si hubiera escuchado al pueblo antes, el pueblo lo hubiera escuchado ahora. El pueblo le hubiera creído, si él hubiera creído primero en el pueblo. Pero no, hizo exactamente lo contrario: Coleccionar dossieres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario