Ahora resulta que el PRD y el arnulfismo entran en conflicto
en la asamblea. Digo, esa es una noticia
que llamaría la atención si se analiza sola en su contexto. Vi la televisión y
eso me parece poco menos que un gallinero.
Pero me llama la atención otra cosa.
Últimamente pareciera que las fuerzas que aún apoyan el antiguo gobierno
quieren dirigir la atención popular al asunto del canal, y he escuchado a varios
hablar de los sobrecostos del canal etc.
Curiosamente, los mismos legisladores que contrariaron al administrador
del canal en su presentación en la asamblea, ahora propician conflictos en la
asamblea con los panameñistas. Y aún más
extraño es el hecho de que apenas unos meses atrás, esos mismos legisladores se
reunían con el expresidente y eventualmente apoyaban de buena gana sus
intervenciones y las intervenciones de su partido.
Divide y vencerás. La
figura del presidente depuesto es tan polémica que donde aparece genera
conflictos. No lo conozco personalmente,
pero parece que está en su naturaleza política sembrar tempestades y, sobre
todo, dividir. Este asunto del canal me
parece extraño también, que quieran ahora sacarlo a la palestra. Es de todos conocido que hubo acciones del
pasado gobierno, por penetrar los interiores del asunto canalero, y de hecho
creo que hasta lo lograron parcialmente.
Y viniendo de ellos, pues, tampoco creo que hayan planeado “una
intervención de buena fe” en el canal. Lo cierto es que, aún depuesta la pasada
administración, ahora noto que siguen enfilando cañones en ese sentido ¿Por
qué? Digo yo que cuando alguien está
acorralado, para ganar un poco más de tiempo, huir de la presión, esconderse un
rato tal vez, la distracción es su mejor arma.
Y qué mayor distracción que un escándalo en el canal. Es cierto que el canal nos debe muchas
explicaciones, pero por qué aprovechar un escándalo tan pequeño (en
comparación a los anteriores) para armar semejante escándalo.
Hay que tener cuidado, el PRD ya no controla sus fichas, los
dinosaurios se extinguieron y parece que con ellos el recuerdo de Omar. El gobierno pasado fue ampliamente mediático,
todo lo resolvía con propaganda y distracción, desde sus inicios hasta el final
cuando trataron de vendernos aquel personaje soso, que ya ni suena ni truena,
gracias a Dios. Ellos saben de ardides,
distracciones y publicidad. Resulta
coyunturalmente provechoso, que ahora se activen legisladores del PRD tratando
de hacer un escándalo político en torno al canal o creando separación en el
arnulfismo y el PRD, cuando el expresidente está siendo sitiado y
paulatinamente acorralado. Tan
acorralado que se contradijo en las versiones del aparato espía, según tengo
entendido. Yo le recomendaría al actual
gobierno que actúe con un poco más de premura y firmeza, pero con seguridad
jurídica, sobre las fichas del antiguo gobierno que siguen creando mareas para
pasar desapercibidos.
El tiempo es un factor clave cuando hablamos de
supervivencia, y si ellos se demoran demasiado, la víctima podría
convertírseles en victimario. El pacto
de gobernabilidad funcionaría mejor sin dobles agentes del PRD, pero nada de
esto va a terminar, hasta que decidan agarrar al toro (sin alusiones políticas)
por los cuernos, pronto y como es debido, sin coyunturas ni resquicios, ni
vulnerabilidades legales. Aprovechen el
apoyo popular, y que la administración de justicia hacia los corruptos del
pasado gobierno no quede como “el ahorro de la canasta básica”, o el lío del
transporte en el pasado gobierno (que se gastó cinco años en excusas y no
resolvió un carajo)
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