MASLEIDOS

viernes, 8 de febrero de 2013

La marca del panameño es GRANDE pero individualista

 
No podemos decir que perdimos, porque obviamente fue un empate.  Aunque también habría que considerar los dos goles que le metimos a los ticos.  Recordando que los ticos, si bien no son Brasil, tienen mucho más cultura futbolística que Panamá.  Así que podríamos decir que nuestros jugadores (sin contar la defensa y la dirección comprometida y siempre cuestionada) hicieron buen papel.  Aunque yo creo que ya está siendo hora de aceptar que si bien tenemos buenos jugadores, aún no tenemos un buen equipo.  Aparte de que somos poco consistentes en el triunfo, recordando aquella lapidaria frase de  “jugamos como nunca y perdimos como siempre”, creo que nos falta el asunto del “equipo” propiamente hablando.   Panamá tiene buenos deportistas, eso es indudable, de hecho tenemos demasiados para los pocos que somos.  Sujetos forjados a la hechura de las adversidades, que han triunfado mundialmente.  Como también han triunfado músicos, artistas y profesionales panameños.  La marca del panameño es grande, pero individualista.



Tal vez un cuerpo técnico más experimentado nos pudiera ayudar a consolidarnos mejor en la cancha.  Sin embargo, yo creo que el problema está en el comportamiento mismo del panameño.  Somos buenos, pero terriblemente individualistas. ¿Quién lo duda?...analicemos un poco nuestra realidad social.  Muchas de las agrupaciones sociales panameñas tienen muy corta duración y aún más bajo perfil.  ¿Cuáles serían las más exitosas?...cualquier cosa que tenga que ver con diversión o lucro.  Digamos pues, la política y los carnavales.  ¿Qué ganamos de los carnavales? ¿Cuánto perdemos en la política?  Esto no lo digo yo, esto lo sabemos todos.  El panameño se asocia muy pocas veces para superarse como individuo, persona, ser o ciudadano. ¿Ahora, podríamos esperar algo mejor de nuestro avance social? No es por ser pesimista, pero hay que ver las cosas desde la óptica real.  Que deje de ser así, o cuándo deje de ser así, pues depende mucho de nosotros mismos.  Muy pocos panameños respetan liderazgo y procedimientos, lo cual es fundamental en cualquier estructuración social exitosa.  Tampoco manejamos muy bien el concepto de esfuerzo invertido, con fruto  a mediano o largo plazo.  El éxito panameño no pocas veces se reduce a: triunfar con un mínimo esfuerzo, lo más pronto posible, y haciendo lo que me da la gana. ¿Funcionaría esto en el fútbol, o cualquier otra disciplina?


Lo cierto es que, si no trabajamos en grupo, ¿Cómo diantres esperamos triunfar en equipo? No sólo lo digo por los deportes, sino por la política también.  “Votamos como nunca, y perdimos como siempre”…nuestros elegidos suben al poder con amplia mayoría, la luna de miel es corta, y la agonía demasiado larga.  Luego, en lugar de cultivar y “entrenar” nuestra propia democracia, quedamos rezagados, “aguantando callados” al vilo del despecho en las próximas elecciones.  Dicho sea de paso, esa misma actitud de soñar una cosecha que no hemos sembrado, nos limita las opciones al momento del voto.  Y así nos vamos encerrando, cada vez con menos y peores opciones.  Tristemente, la democracia es un asunto grupal, no individualista.  Todo aquel que conciba la democracia como algo individualista, pues, sólo sube a rebuscarse ¿O me equivoco? Por eso, no avanzamos política, ni social, ni deportivamente hablando.  Porque es un asunto del comportamiento panameño (heredado y aprendido) no así de nuestra naturaleza humana (que siempre es buena)  Así vemos una gran nación de mucho calor humano y poco éxito social.  Lo cual se nota en la pésima distribución de las riquezas, inclusive.  Unos cuantos (jugadores individualistas) viviendo un país de primer mundo, y los demás (el gran resto del equipo) enterrado en el tercer mundo.  Mientras el técnico (el gobierno) ejerce un dudoso desempeño.  Entonces, no quieran convencerme de que el progreso en este país es de todos, y que el desarrollo es para todos.  Si el “todo” panameño no existe, ni adentro, ni afuera de la mente de sus ciudadanos.

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